ARQUITECTURES ESCRITES | RAMON SANABRIA (AxA)

ARQUITECTURES ESCRITES | RAMON SANABRIA (AxA)

ACERCA DE LA BELLEZA EN LOS TIEMPOS ACTUALES

2012

Dice Joyce: “La belleza es un bien inalcanzable, pero luchar por ella es lo que hace feliz la existencia”

No siempre hemos pensado lo mismo acerca de la belleza, y no sólo porque como es obvio, nuestros actuales patrones de lo bello sean distintos de las interpretaciones de nuestros antepasados. No sólo ha cambiado y sigue cambiando, nuestro gusto por lo bello, sino también ha cambiado la idea que tenemos de la belleza en sí misma. En el sentido platónico, la belleza tenía un valor casi instrumental, tras  una elevación espiritual, y un procedimiento ascético y purificador. Sócrates asociaba belleza  con conveniencia y utilidad. En el Renacimiento, todavía son vigentes los antiguos ideales basados en la proporción y la armonía, adaptándolos a la nuova scienza, y será entonces, que se ligarán estos ideales con el Arte. Así por primera vez, arte y  belleza inician juntos su camino, camino que todavía perdura, aunque en forma parcial, hasta nuestros días. En nuestra época actual, las cosas han cambiado, porque también lo han hecho las interpretaciones sobre la belleza. La aparición de la publicidad y el dirigismo del consumo hacia estereotipos perfectamente calculados, nos sitúa en una nueva lectura e interpretación de lo bello. Estamos consolidando la cotidianeidad de lo bello a través de la moda y el discurso de la comunicación masiva y la publicidad. Nos venden belleza, como nos pueden vender dentífricos. No es extraño que esto sea así en un mundo que tiende al mercado único, y donde la mercantilización lo invade todo. El fenómeno publicitario esta completamente inmerso en nuestras vidas tanto públicas como privadas, en las redes sociales, en el deporte, en política, en el mundo del espectáculo…Es el que orienta sobre los gustos, las formas, los estilos, y porque no, sobre los diferentes conceptos de belleza. En definitiva, la publicidad es la que educa el gusto del consumidor, y el consumidor no hace más que seguir la frase de Joyce.

Ante esta evolución, ¿Cómo se ha comportado la arquitectura? Pues, con algunas diferencias de apreciación, la arquitectura ha seguido fielmente los parámetros de la sociedad a la que intenta interpretar y servir. La eclosión en el primer cuarto del siglo XX del Movimiento Moderno, de la mano de un nuevo mundo, aparecido después de la revolución industrial, marca sin duda un hito en la evolución de la historia de la arquitectura, como lo supuso el gótico, o el mismo renacimiento. El Movimiento Moderno preconiza una nueva interpretación del mundo, y plantea cambios estructurales en la propia arquitectura acordes con los cambios sociales y tecnológicos de la sociedad del momento. En la década de los 70, pudimos presenciar el cuestionamiento de aquellos principios, basada la critica inicial en los modelos urbanos para después extenderse hacia las propias teorías y los resultados formales de las arquitecturas propuestas, y frente a la famosa frase de Mies :  Menos es mas, Venturi contrapone su : Menos es mas aburrido. Será el mismo Venturi autor del famoso ensayo: Complejidad y contradicción en arquitectura, quién llega a afirmar categóricamente la necesidad de aplicar la decoración allí donde fuera necesaria…con la misma facilidad, que se pegan anuncios a una superestructura. Con ello aparecerá el postmodernismo, inicio de las arquitecturas icónicas y autistas, paradójicamente, lejos de las intenciones del propio Venturi de pretender una arquitectura ligada a una nueva interpretación de los estilemas vernáculos y locales. Haciéndose más real que nunca la afirmación de Ruskin: La arquitectura es la decoración de la estructura.

En los últimos tiempos, en donde diferentes autores los identifican como: Sociedad postindustrial, aldea global, era tecnológica, estado telemático…, estamos asistiendo sin duda a unos cambios estructurales, socialmente hablando, muy profundos. Las arquitecturas del espectáculo y los excesos han hecho su presencia, y han sido las grandes estrellas de una sociedad desorientada, dirigida por las normas de un mercado perverso, donde el consumo desenfrenado ha sido el principal objetivo. Consumo de sistemas, de conceptos, de idearios….y a este proceso no ha sido impermeable la arquitectura, acompañada de la mano de la especulación y la publicidad.

Decía Oiza: Cuando surge una nueva manera de ser, surge una nueva manera de hacer.

Hoy, es más importante parecer que ser, y por ello, no creo que tenga demasiado sentido hablar de belleza arquitectónica en el mundo actual, dado que los parámetros en donde se puede sustentar, no surgen ya de la propia disciplina, si no que quedan contaminados por los intereses del mercado. Gran parte de la producción de las arquitecturas del espectáculo, de los últimos tiempos, desde su autismo y su desfachatez, intentan también trasmitir su noción de belleza, aunque apenas tengan nada que ver con la arquitectura y sus valores. Se trata sin duda, de una belleza ligada estrechamente a la especulación – económica, política y formal- y a la venta publicitaria de la propia marca. Hemos asistido, asombrados e incrédulos, a una continua renuncia de los valores éticos de la arquitectura.

Dice Guy Debord, en su libro  “La sociedad del espectáculo” : La arquitectura se esta convirtiendo en una herramienta perversa para el show de la especulación.

La globalización y el mercado único, también han tenido que ver en esta situación: Hemos puesto precio a todo, incluso a la belleza. Dentro de los parámetros actuales, la belleza se compra y se vende.

Las arquitecturas del espectáculo han aparecido en nuestras ciudades – algunas veces para ponerlas en el mapa– fuera de lugar, de escala y de contexto, como objetos marginales y estrafalarios. La mayoría de veces violentan y agreden el tejido urbano y el paisaje que las rodea, moviéndose entre la publicidad sin control y la especulación salvaje. Un verdadero disparate. Me gustaría precisar, sin embargo que la crítica se refiere a la mayor parte de los casos. Sigo reconociendo que en algunos ejemplos concretos y especiales estas arquitecturas no solo han funcionado socialmente sino que han sabido atender con acierto a otro tipo de requerimientos. No es pues una caza de brujas lo que pretendemos.

Los arquitectos deberíamos hacer un análisis lo suficiente crítico de la situación. La arquitectura no tiene que ser vehiculo o soporte de cuestiones que no pertenezcan a su esencia. En una sociedad como la actual, que aplaude la superficialidad en todos los ámbitos, la arquitectura debe oponer resistencia. Oponerse frontalmente al circo que se ha montado y en la que se le hace participar. La arquitectura debe volver a sus esencias y principios y hablar solo su propio lenguaje buscando reflexión y si es necesario silencio.

Dice Nicolás Boileau : Solo lo verdadero es bello.

Aquí se halla el concepto de belleza que me interesa en los tiempos actuales.

LA BELLEZA NO COMO ATRIBUTO SINO COMO CONSECUENCIA

Jan Duiker, escribe con relación a la obra de Berlage:  Si el principio del funcionalismo en la obra de Berlage tiene alguna validez cultural, es porque no se trata de economía financiera, sino de “economía espiritual”. Esta economía espritual conduce a la construcción que sea posible dependiendo del material empleado y se acrecienta al avanzar hacia la desmaterialización y la espiritualización.

Berlage planteó: El arte comienza donde acaba la técnica.

Duiker a su vez: La inspiración, la intuición, el sentimiento, la artisticidad…lo intangible, conducen a Berlage a las posibilidades técnicas supremas y así definió la validez espiritual de la arquitectura resultante, ya que lo intangible precede a la determinación material en toda la historia de la técnica, sin embargo el desarrollo de este impulso, solo tiene validez cultural si sigue la ley de la economía.

Se habla de economía, al mismo nivel que de arte y técnica. Economía espritual. ¿No se estará hablando de sostenibilidad? De una arquitectura capaz de incorporar todos los elementos propios de su disciplina. Técnica, economía y sentimiento. ¿ No estaremos asistiendo a la valoración de las condiciones básicas de una  Sostenibilidad ética ,capaz de englobar todas las demás razones de su existencia?

El fascinante mensaje de Duiker, al relacionar, construcción, técnica, sentimiento y economía, es capaz de transportarnos directamente hacia los valores de la disciplina arquitectónica. Finalmente sus escritos nos remiten al Oficio y Servicio.

También Mies, interviene en el mismo sentido: La mas grande de las ideas no se construirá si no resulta económica…no hablo de esta clase de economía mercantil, sino de una economía espiritual: La economía de medios.

Al igual que Duiker, Mies habla de economía espiritual ¿se puede ser mas claro?

¿Se puede estar mas lejos de las arquitecturas del derroche y la incontinencia?.

Oficio y Servicio, siguen siendo las claves, bajo mi punto de vista, para una Arquitectura Ética.

Un Oficio capaz de incorporar todos los componentes disciplinarios para dar la mejor respuesta a las diferentes demandas. Oficio para entender y atender las diferentes realidades históricas de donde venimos, para poder  plantear nuevos retos técnicos y sociales. Oficio para desde  lo local, ser capaces de establecer relaciones fluidas para con lo global. El Oficio del rigor, frente a los juegos malabares. El Oficio de la permanencia, frente a apariencia y fugacidad, lejos de los productos con fecha de caducidad. El Oficio de la investigación, la reflexión, y el riesgo cuando sea preciso frente al aceleramiento y al descontrol. El Oficio para hablar lo justo y pertinente, y a la vez Servicio, frente al servilismo para con los poderes políticos y económicos. Demasiado a menudo se olvida que los edificios tienen que ser usados y vividos. Servicio para con el entorno social y físico. Servicio para con el paisaje y la ciudad. Una verdadera arquitectura sostenible de “economía espiritual” como decía Duiker.

Dice Oiza:”Si hacemos que un edificio funcione a la perfección y sea útil, entonces será un edificio bello” i sigue :”El arquitecto no es aquel que hace objetos artísticos. En la etimología griega, artista, es simplemente aquel hombre que hace bien las cosas”.

Si logramos estos objetivos, no hace falta hablar de Belleza, ni de costes estéticos. Todo esta incorporado. En todo caso tendríamos que hablar de un retorno a la sostenibilidad ética, o mejor, un comportamiento ético y ejemplar para con la sociedad y por extensión para con la arquitectura. Oficio y Servicio serán pues, las claves para esta regeneración.

En estos momentos de confusión se hace necesaria una cierta revisión, reflexionar sobre el momento actual, y si es necesario mirar hacia atrás para reiniciar el camino. Analizar lo que somos, desde lo que fuimos.

Dice Chillida: “Demasiado a menudo olvidamos que pasado y futuro siguen siendo contemporáneos”.

Si el inicio fue el Movimiento Moderno, no estaría de más reflexionar sobre sus principios. Fue, seguramente, el primer movimiento global, cuando el mundo todavía no lo era, sus objetivos y su ideario fueron claros y con un componente ético indiscutible. Sus resultados también lo fueron. Fue un movimiento progresista e innovador que planteo respuestas claras e inequívocas para una sociedad en transformación. Un movimiento que ha cambiado una gran parte de la imagen de nuestro mundo actual.

Como dice Frampton: “El legado de los principios del Movimiento Moderno sigue vivo y con un gran potencial…ha demostrado saber absorber nuevas tecnologías y trabajar con poco”. Frampton, recuerda que la influencia del Renacimiento se extendió hasta el siglo XIX y piensa que la de la modernidad también podría perdurar siglos.

Si la modernidad tiene allí sus inicios, si nuestra formación se ancla en aquellos principios, si nuestro futuro pasa necesariamente por una reformulación ética y disciplinar, si la sociedad actual, reclama al igual que la de los inicios del s XX una nuevo reajuste.¿ No será esta posible revisión el inicio de un nuevo comienzo?.

Bajo mi punto de vista, Oficio y Servicio, como base de un nuevo comportamiento ético, serán los pilares sobre los que asentar nuestro próximo futuro, y la belleza no será más que su consecuencia.


Bibliografía:

Alejandro de la Sota. Escritos – Ed. Gustavo Gili 2001

Kenneth Frampton. Historia critica de la Arq. Moderna – Ed. Gustavo Gili 1993

Mansilla, Rojo, Tuñon. Escritos circenses – Ed. Gustavo Gili 2005

Francisco J. Sainz de Oiza. Escritos y conversaciones – Ed. Gustavo Gili 2006

Eduardo Chillida. Preguntas – Ed. Chillida Leku 2005

Conversaciones con Mies Van der Rohe – Ed. Guatavo Gili 2006

Peter Zumthor. Pensar la arquitectura – Ed. Gustavo Gili 2004

Enrique Linch. Sobre la belleza – Ed. Anaya 1999