Barcelona ultima las nuevas restricciones al uso del coche

Barcelona ultima las nuevas restricciones al uso del coche

El Ayuntamiento licita las obras para reducir carriles de circulación y ampliar ciclovías

Publicado en La Vanguardia el 1 de septiembre de 2020 | Silvia Angulo

Barcelona quiere transformar de arriba a abajo su movilidad y tiene previsto acabar de implementar este otoño un plan para restarle protagonismo al coche y otorgar más espacio en las calles al peatón y a la bici. Tras el confinamiento se empezó a vislumbrar el camino que emprendía el equipo de gobierno para adaptarse a la nueva normalidad y garantizar la distancia de seguridad, aplicando lo que denominan urbanismo táctico, unas actuaciones que han provocado críticas en las redes sociales, por su colorida e infantil estética, y entre los comerciantes, que reclaman que no se restrinja la circulación de coches en un contexto de crisis.

El Ayuntamiento da ahora un paso más para aplicar estas medidas y ha empezado a licitar las
obras que comportarán la creación de nuevos carriles bici, la ampliación de viales exclusivos para el autobús y las restricciones de circulación en grandes ejes como la Diagonal o Gran Via. A través de otro contrato se prevé incorporar vegetación en tres chaflanes de la calle Rocafort, mejorar el entorno de tres colegios y ampliar las aceras en un lugar tan céntrico como es Ronda Universitat. La pandemia ha acelerado los planes que permanecían congelados para esta arteria, a pesar de que desde hace varios mandatos los vecinos reclaman una reforma integral. La actual situación permitirá ampliar hasta los seis metros las actuales aceras entre las plazas de Catalunya y Universitat.

Todos estos trabajos con los que el Ayuntamiento espera revolucionar la movilidad tienen un coste de 2,5 millones de euros. Se trata de un conjunto de proyectos que la alcaldesa Ada Colau, junto a las concejales Janet Sanz y Rosa Alarcón, desgranó a principios de julio y que ahora ya cuenta con un plan ejecutivo para llevarlo a la práctica.

Son varias las iniciativas que comportarán cambios significativos en la movilidad de la ciudad. El más llamativo es la construcción de un vial que recorrerá de punta a punta la calle Aragó. Nacerá en la Meridiana y llegará hasta la calle Tarragona. La licitación se ha dividido en dos lotes y la calle Pau Claris es la frontera de cada una de las intervenciones. Con todo, la ciclovía mantendrá la misma estética a lo largo de los 4,8 kilómetros de Aragó.

Esta actuación, en el lado mar de la calle, acarreará la reducción de un carril de tráfico privado. En algunos puntos de su trazado circulará segregado por piezas separa­doras y en otros, por una línea de servicios (donde se ubica la carga y descarga, zona verde y aparcamientos de moto). La intención es que este vial de bicis esté listo en dos meses y para su construcción el Ayuntamiento tiene previsto invertir 842.000 euros. Ese trayecto los usuarios de la bici lo pueden hacer calcado dos calles más abajo, por Diputació.

El montante

El Consistorio invertirá en estas nuevas actuaciones 2,5 millones de euros

En paralelo, se iniciarán los trabajos en otro carril para ciclistas en la Zona Franca. Tendrá dos sentidos de circulación y se colocará a lado y lado de la calzada, junto a la acera. La previsión es unir este nuevo vial con los del Carrilet y la Rambla Badal.

Otra de las actuaciones que se encuentran en este mismo contrato, dividido en cuatro lotes, afecta a la ampliación de los carriles bus en puntos como la avenida Diagonal o la Gran Via. Así las cosas, la intención del Ayuntamiento es la de ampliar los actuales carriles exclusivos para el transporte público para mejorar su velocidad entre la calle Girona y Francesc Macià en la Dia­gonal. Un cambio de trazado que notarán todos aquellos que se desplacen en vehículo privado por la avenida. En cuestión de un par de meses los dos carriles que hay en sentido Besòs pasará a ser uno solo, lo que obligará a repintar los carriles de circulación y modificar la señalización horizontal.

En la salida de la capital catalana hacia el Baix Llobregat también se le restará espacio al coche con la creación de un segundo carril bus., mientras que en la Gran Via está previsto desdoblar el carril bus entre paseo de Gràcia y la calle Lepant, “vista la experiencia positiva entre el tramo entre plaza Espanya y paseo de Gràcia”. Esta actuación afectará a doce manzanas del Eixample.

También la calle Pelai, una vez acaben los actuales trabajos que Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya está desarrollando en esa calle, sufrirá una importante transformación para que el peatón gane espacio. Allí se reducirá un carril de circulación para ampliar las aceras. Los planes del Ayuntamiento también quieren actuar en la avenida Esplugues para descongestionar esta vía y también en la estación del Nord.

Las intervenciones

Restricciones en la Diagonal y la Gran Via y ampliación de aceras en ronda Universitat

Al margen de estas actuaciones en la movilidad el Ayuntamiento quiere continuar incidiendo en el corte de determinadas arterias durante los festivos. Una iniciativa que tiene previsto reemprender el próximo noviembre tras el parón estival. En estos momentos está licitando el contrato de coordinadores y servicios auxiliares para la campaña Obrim els Carrers. Se trata de las personas que informan y están a pie de calle durante el corte los sábados y los domingos de 9 de la mañana a 21 horas de Via Laietana, Pi i Margall, paseo Sant Joan y Creu Coberta.

Además volverán las restricciones en Gran de Gràcia, Onze de Setembre y Fabra i Puig, que cerrarán una vez al mes, y en la calle Aragó, un fin de semana al trimestre. La actuación no resulta barata, ya que el contrato es para cuatro meses –ampliable dos más–, de noviembre a febrero y requiere de un gasto de 1,5 millones de euros. El Ayuntamiento considera que no tiene personal necesario para dar cobertura a estos cortes y que la Guardia Urbana necesita colaboradores auxiliares.

Por último, y no por ello menos vistoso, el equipo de gobierno quiere continuar con su política de plantar vegetación en los chaflanes que se han reconvertido en espacios peatonales de la calle Rocafort. Así las cosas se prevé actuar en las ­confluencias de las calles València, Aragó y Diputació para construir parterres y plantar árboles. El coste de esta operación urbanística será de 137.000 euros.