Deu Arquitectures | Llàtzer Moix

Deu Arquitectures | Llàtzer Moix

En l’arquitectura de la democràcia han tingut cabuda la tradició, la creativitat i finsi tot el geni. També la responsabilitat ecològica i l’econòmica, sense renunciar a l’autoria. Aquesta selecció reflecteix,malgrat les absències, diversos reptes i sensibilitats.
Les deu obres comparteixen una virtut: visitar-­les enriqueix i emociona.

Publicat a La Vanguardia el 1 de desembre de 2018

Museo de Arte Romano | 1980-1986 | Rafael Moneo

La sucesión de altos arcos de ladrillo, separados por lucernarios, da a esta obra un empaque, una luz y una atmósfera memorables. El encargo consistía en construir sobre vestigios romanos de Mérida un museo que les rindiera tributo. Moneo lo hizo con una arquitectura de muros paralelos y una técnica constructiva inspirada en la del Imperio Romano. Dada su erudición, no le resultó difícil. Pero tuvo la inteligencia necesaria para combinar las viejas glorias con recursos de la tradición moderna. El edificio resultante ofrece comodidades actuales y parece ya integrado en la tradición bimilenaria a la que homenajea.

 

 

 

Cementerio de Igualada |1986-1991 | Miralles / Pinós

Enric Miralles fue un genio, deslumbrante como una estrella fugaz. Su imprevisible arquitectura revela y exhibe las tensiones estructurales, generando una belleza brutal en espacios que conmueven. El cementerio de Igualada, realizado con Carme Pinós, es una obra singular en su currículo único: un prodigio de adaptación a la vaguada preexistente en cuyos taludes se acomodan los nichos ordenados en grandes piezas de hormigón. El paseo entre los muertos hasta el circo final tiene algo de placidez eterna, que Miralles –allí enterrado– combinó magistralmente con esa tensión tan evidente en sus edificios más dramáticos.

 

Villa Olímpica | 1986-1992 | MBMP y VV.AA.

El añorado Ignasi de Solà-Morales decía que la Villa Olímpica era un buen proyecto… de los años 60: sugería así que no era rompedor. Pero, en su enorme ambición, cumplía varias funciones: sustituía un barrio industrial obsoleto por otro residencial de 2.000 viviendas, levantaba las vías del tren y abría Barcelona al mar con playas y un espléndido paseo. Todo ello, sobre un estricto plan urbanístico y arquitectónico de MBMP, que embarcaron en la operación a los colegas con premio FAD. El resultado es un barrio usado por sus vecinos y también por una gran mayoría de ciudadanos barceloneses.

 

 

 

Villa Olimpica de Barcelona.

Villa Olimpica de Barcelona. (César Rangel)

 

Museo Guggenheim | 1990- 1997 | Frank Gehry

El Guggenheim es el gran edificio del cambio de siglo, a escala global. Este proyecto fue un triple desafío in extremis. Bilbao había apostado en él su salto restaurador del sector secundario al terciario; es decir, su futuro. La Fundación Guggenheim, su anhelada expansión europea. Frank Gehry, un aplazado do de pecho, cuando ya se acercaba a la jubilación. Su propuesta fue un espectacular torbellino de titanio, que ocupó enseguida la cima de la arquitectura icónica y acreditó un raro poderío: se erigió como atractivo y potente foco cultural, y ejerció una influencia decisiva en la regeneración urbana de Bilbao.

Museo Guggenheim al atardecer, Bilbao (España)
Museo Guggenheim al atardecer, Bilbao (España) (_ultraforma_ / Getty Images

 

 

 

Musac | 2001-2004 | Tuñón + Mansilla

Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón fueron los príncipes de la corte arquitectónica madrileña cuyo trono ocupa su maestro Moneo. En su producción, fechada mayoritariamente en los años 90 y en los primeros del siglo XXI, no hay piezas fallidas. Desde su hermético y potente Museo de Zamora hasta su contenido y majestuoso edificio para el Museo de las Colecciones Reales en Madrid, las candidatas a figurar en esta lista son varias. Elegimos el Musac en León, porque demuestra sobradamente su talento: la habilidad para encajar en ámbitos urbanos históricos edificios frescos y funcionales, en cuyo lenguaje resuenan ecos de las artes plásticas.

iMAGEN DEL MUSAC

iMAGEN DEL MUSAC (Archivo)

 

Bodegas Bell-lloc | 2005-2007 | RCR

Cerca de Palamós, en un valle sombreado por pinos y alcornoques, junto a unas viñas, se alzan –en realidad, se hunden– las bodegas Bell-lloc. En esta obra, la arquitectura poética, metálica, sensorial y sin grandes concesiones a la comodidad de RCR, únicos ganadores españoles, con Moneo, del Pritzker, alcanza su expresión más depurada: un edificio esencial, subterráneo, del que sólo se aprecian en superficie las lamas de acero que marcan su senda de acceso, y en cuyo interior palpita lo telúrico. Algunos edificios aspiran a integrarse en el entorno. Las bodegas Bell-lloc se incrustan en él hasta convertirse en paisaje.

 

 

 

Bodegas Bell-lloc

Bodegas Bell-lloc (Archivo)

Edificio Mediapro | 2005-2008 | Carlos Ferrater

Este edificio tiene algo de homenaje al Seagrams de Mies en Nueva York. Pero se sitúa en una parcela irregular y debía atender dos funciones distintas (motivo por el que se desdobla en dos cuerpos), y respetar dos ejes urbanos y una calle que acabó pasando bajo su torre de 18 plantas. Pese a las dificultades, el muy prolífico Ferrater logró un edificio dinámico y aplomado, sobrio y elegante, con estructura en fachada y espacios interiores diáfanos, que destaca en el área del 22@ barcelonés.

 

Can Framis | 2007-2009 | Baas Arquitectura

La recuperación de antiguas naves industriales es un desafío para las urbes que anteponen la memoria al derribo y la tabula rasa. Can Framis, el museo proyectado en el 22@ por Jordi Badia, es un paradigma sobresaliente en esta línea. Allí reutilizó dos naves manchesterianas, sutilmente veladas por el color blanco sobre el rojo del ladrillo, unidas por un cuerpo intermedio y aderezadas con detalles brutalistas. Lo que podría parecer una mezcla imposible se revela como un afortunado equilibrio entre ayer y hoy, entre la industria y la cultura.

 

 

 

Museo de Can Framis
Museo de Can Framis (Roser Vilallonga)

Filharmonica de Szczecin | 2007-2014 | Barozzi / Veiga

Fabrizio Barozzi y Alberto Veiga, italiano y gallego con base profesional en Barcelona, han logrado en poco tiempo gran proyección y éxito internacionales. En la raya de los 40 años ganaron el premio Mies van der Rohe con su Filharmonia en la ciudad polaca de Szczecin: un edificio que recuerda una cordillera nevada y acredita su pasión por lo que denominan arquitectura sustantiva. Es decir, una arquitectura en la que valores tradicionales como la materialidad, el tratamiento del espacio, la relación con el medio o la proporción son abordados sin concesiones a modas ni adjetivos, en busca de edificios que responden a su entorno sin privarse de la excepcionalidad.

Filharmonia de Szczecin (Polonia), obra de Barozzi y Veiga
Filharmonia de Szczecin (Polonia), obra de Barozzi y Veiga (Barozzi y Veiga)

 

 

 

Cristalerías Planell | 2012-2017 | HArquitectes

A partir de dos muros catalogados, último vestigio de una factoría en el barrio barcelonés de Les Corts, y sobre un incómodo solar triangular, HArquitectes construyeron un centro cívico en el que conviven el rigor de las fachadas con la delicadeza de las torres-invernadero de su remate, el control presupuestario con la ambición y la finura arquitectónicas, y la memoria con la eficiencia térmica obtenida por medios naturales. HArquitectes han crecido en los años de la crisis, sin renunciar a nada, hasta convertirse en la mejor demostración de que, con talento, compromiso y afán de excelencia, hay vida arquitectónica plena incluso en tiempos de limitaciones económicas

Cristalerías Planell
Cristalerías Planell (Roser Vilallonga)