Elogio del pacto Macba­-CAP

Elogio del pacto Macba­-CAP

El acuerdo facilita además la recuperación para la ciudad del edificio racionalista de Sert

Publicado en La Vanguardia el 22 de noviembre de 2019

En estos tiempos convulsos donde parece que los políticos tienen serias dificultades para llegar a pactos, el acuerdo entre administraciones para instalar el futuro CAP del Raval en la capilla de la Misericòrdia y la ampliación del Macba con un nuevo edificio en la plaza dels Àngels ha sido acogido con un aplauso generalizado. “No hay vencedores ni vencidos, gana la ciudad”, dice el arquitecto y experto en diseño Juli Capella (AxA). “Es un acuerdo salomónico pero satisface a todas las partes y es digno de admirar en estos momentos”, añade Daniel Giralt ­Miracle, que fue el primer director del museo de arte contemporáneo de Barcelona. De hecho la negociación ha implicado al Ayuntamiento de Barcelona, con mayoría de los Comuns, a la Conselleria de Sanitat, en manos de ERC, a la de Cultura, controlada por JxCat y al Macba, regido por una fundación con representación de la sociedad civil catalana. Para Daniel Giralt­ Miracle “ahora lo importante será el concurso internacional para el nuevo edificio del Macba ya que deberá respetar la diversidad arquitectónica de la plaza y estará cara a cara con el edificio de Meier, lo que exige una opción de calidad”. Pero en cualquier caso considera que es una ampliación necesaria “porqué Meier concibió el edificio para un museo convencional, pensado más para la pintura que para instalaciones y se ha quedado pequeño, se ha visto con la exposición de Jaume Plensa que quedaba encogida. Yo a veces he dicho que tendríamos que pensar en tener la estación de Francia como futuro espacio de exposición y sin duda un gran almacén fuera de Barcelona, porque no tiene sentido tener la última planta del Macba como espacio de reserva”.

Los expertos dan una gran importancia al futuro concurso de arquitectos para el nuevo edificio

Pero también ha habido alguna discrepancia, el arquitecto Daniel Mòdol, exconcejal socialista del Ayuntamiento de Barcelona, considera que “la frivolidad del urbanismo populista nos ha llevado a una solución que no es buena ni para el CAP ni para el Macba”. Mòdol lamenta el laissez faire de la administración y dice que hay que escuchar a los vecinos pero también devolver la responsabilidad del urbanismo a los técnicos. Considera “curioso que un CAP no pueda continuar en el antituberculoso y acabe en una capilla” y cree que “todo el proceso, visto en perspectiva, hace pensar realmente que no son operaciones tan necesarias”. Para Juli Capella, una de las ventajas del acuerdo es que “resuelve el problema de este cul­desac de la plaza donde ahora se quiere ubicar este edificio, un rincón sucio y abandonado”. Capella es contundente: “Yo nací en este barrio, he visto su transformación y me molesta que los pijos de la Diagonal digan que se ha destrozado, no es verdad, lo que se ha hecho es higienizar el barrio, que entre la luz del sol, eliminar espacios insalubres, otra cosa distinta es que no nos gusten algunos de los nuevos edificios, la terciarización o la turistificación, pero hay que recordar que aún vive gente en elRaval”.

La arquitecta Carme Pinós (AxA) plantea otro debate: “Se ha hablado mucho de nuevos edificios pero lo importante es el contenido. Y hablo no sólo del Macba, toda la ciudad ha de tener ambición cultural, no debe ser una ciudad low cost; no sé si el problema es de falta de ideas o de presupuesto, pero debe ser una oportunidad para este museo y su entorno”.

Otro debate que se abre es sobre el destino del edificio antituberculoso, construido entre 1934 y 1938 por los arquitectos Josep Lluís Sert, Josep Torres i Clavé i JoanB. Subirana, que hasta ahora ocupaba el CAP. “Es un edificio sublime, es la arquitectura de la República, nos permitiría explicar el Gatcpac, el plan de Le Corbusier para Barcelona, las escuelas de la República, la revista AC, la obra de Sert….” dice Giralt­Miracle. “El dispensario de Sert es ya de por sí una pieza de museo, es el espacio ideal para dar cuenta del racionalismo catalán truncado por la Guerra Civil”, explica Capella. “Podríamos mostrar los muebles de Bonet Castellana, la silla de la joyería Roca, los planos de Sert, Yllescas o Torras Clavé y sería un homenaje a Sert”