La narrativa de la arquitectura | Vanessa Graell

La narrativa de la arquitectura | Vanessa Graell

Una nueva mirada a Enric Miralles, el enigmático Aleksei Gan (fundador del Constructivismo) o el activismo de Santiago Cirugeda. Todo en Tenov.Una nueva mirada a Enric Miralles, el enigmático Aleksei Gan (fundador del Constructivismo) o el activismo de Santiago Cirugeda. Todo en Tenov.

Publicado el jueves 31 de julio de 2014 en EL MUNDO TENDENCIAS

 

En plena Diagonal, en el cruce con la calle Sicilia, la Casa Planells mezcla modernismo, toques racionalistas e incluso cierto expresionismo alemán, tal y como en su día destacaron Solá-Morales y Carlos Flores. Sólo Jujol podía firmar tal fusión arquitectónica. Y en un pequeño despacho de la Casa Planells tiene su sede la editorial Tenov, especializada en libros de arte y arquitectura, una unión muy jujoliana. Con sus cuidados volúmenes que van más allá del típico catálogo ilustrado, del ensayo puro y duro, Tenov está construyendo un interesante fondo con nombres como Enric Miralles (pasado por el filtro de David Bestué), Santiago Cirugeda o Pedro Azara (arquitecto y arqueólogo, una de las pocas personas del mundo que habla sumerio).

«Para nosotros es muy importante la narrativa. Queremos huir del clásico libro de arquitectura icónica, con imágenes muy brillantes de edificios. Cuando hacemos un libro de arquitectura pensamos en literatura, en libros de viajes, en un ritmo…», reivindica Llorenç Bonet, fundador de Tenov junto a Joana Teixidor. «En Barcelona hay mucha cultura arquitectónica, tenemos detrás una gran tradición. Pero editorialmente había un hueco. Está Gustavo Gili, con ediciones muy potentes. Pero no se han explorado ciertos temas o personajes que están en la frontera de varias disciplinas», añade Joana, que viene del mundo audiovisual, mientaras que Llorenç se graduó en Historia del Arte.

La editorial empezó en 2007, con el lanzamiento del libro de Santiago Cirugeda Situaciones urbanas, en el que el arquitecto/activista exploraba, antes de la crisis, nuevos modelos de vivienda ajustados a presupuestos limitados y planteaba un modelo de ciudad autogestionada.

Una de la joyas de Tenov es el inclasificable Enric Miralles a izquierda y derecha (también sin gafas) del artista David Bestué. En esta atípica guía a través de los edificios de Miralles, Bestué escribe una suerte de diario de viaje, tan íntimo (expresa su visión y su propia experimentación de la arquitectura) como universal (precisamente por su subjetividad desacomplejada se convierte en una de las mejores definiciones de la obra de Miralles). De Bestué también han publicado Formalismo puro, un divertimento que rompe tópicos con fotografías, collages y artilugios del artista creados para explicar las razones de las formas arquitectónicas.

La última apuesta de Tenov es Constructivismo, que descubre a uno de los personajes más desconocidos y fascinantes del movimiento, el polifacéticfo Aleksei Gan: escribió obras de teatro, dirigió cinco películas, organizó exposiciones, editó la revista Kino-foto, proyectó construcciones ligeras y fue diseñador gráfico. En 1922, Gan escribió el primer tratado teórico del constructivismo en el que definía los tres principios básicos de tectónica, factura y construcción. «Estos principios se citan en todas partes y, sin embargo, es dificilísimo conseguir el texto íntegro de Gan. Las traducciones varían mucho y a menudo se han hecho desde otras lenguas», explica Joana, que localizó el texto original en ruso en una biblioteca de Inglaterra. «Hemos intentado mantener el diseño del libro que hizo Gan, con sus experimentos tipográficos», añade Llorenç.

La profesora Christina Lodder, experta en constructivismo y vicepresidenta de la Malevich Society, arroja luz sobre la desconocida figura de Gan en su ensayo introductorio. Gan se definía a sí mismo como «constructor de masas», de hecho, abogaba por la desaparición de los artistas y la especulación estética en pro de los constructores de una nueva sociedad comunista. Una filosofía que, hoy, en el mundo del arte mercantilizado, cobra especial relevancia.

 

Foto portada: extraida de la web de la revista Diagonal

Publicado el jueves 31 de julio de 2014 en EL MUNDO TENDENCIAS

 

En plena Diagonal, en el cruce con la calle Sicilia, la Casa Planells mezcla modernismo, toques racionalistas e incluso cierto expresionismo alemán, tal y como en su día destacaron Solá-Morales y Carlos Flores. Sólo Jujol podía firmar tal fusión arquitectónica. Y en un pequeño despacho de la Casa Planells tiene su sede la editorial Tenov, especializada en libros de arte y arquitectura, una unión muy jujoliana. Con sus cuidados volúmenes que van más allá del típico catálogo ilustrado, del ensayo puro y duro, Tenov está construyendo un interesante fondo con nombres como Enric Miralles (pasado por el filtro de David Bestué), Santiago Cirugeda o Pedro Azara (arquitecto y arqueólogo, una de las pocas personas del mundo que habla sumerio).

«Para nosotros es muy importante la narrativa. Queremos huir del clásico libro de arquitectura icónica, con imágenes muy brillantes de edificios. Cuando hacemos un libro de arquitectura pensamos en literatura, en libros de viajes, en un ritmo…», reivindica Llorenç Bonet, fundador de Tenov junto a Joana Teixidor. «En Barcelona hay mucha cultura arquitectónica, tenemos detrás una gran tradición. Pero editorialmente había un hueco. Está Gustavo Gili, con ediciones muy potentes. Pero no se han explorado ciertos temas o personajes que están en la frontera de varias disciplinas», añade Joana, que viene del mundo audiovisual, mientaras que Llorenç se graduó en Historia del Arte.

La editorial empezó en 2007, con el lanzamiento del libro de Santiago Cirugeda Situaciones urbanas, en el que el arquitecto/activista exploraba, antes de la crisis, nuevos modelos de vivienda ajustados a presupuestos limitados y planteaba un modelo de ciudad autogestionada.

Una de la joyas de Tenov es el inclasificable Enric Miralles a izquierda y derecha (también sin gafas) del artista David Bestué. En esta atípica guía a través de los edificios de Miralles, Bestué escribe una suerte de diario de viaje, tan íntimo (expresa su visión y su propia experimentación de la arquitectura) como universal (precisamente por su subjetividad desacomplejada se convierte en una de las mejores definiciones de la obra de Miralles). De Bestué también han publicado Formalismo puro, un divertimento que rompe tópicos con fotografías, collages y artilugios del artista creados para explicar las razones de las formas arquitectónicas.

La última apuesta de Tenov es Constructivismo, que descubre a uno de los personajes más desconocidos y fascinantes del movimiento, el polifacéticfo Aleksei Gan: escribió obras de teatro, dirigió cinco películas, organizó exposiciones, editó la revista Kino-foto, proyectó construcciones ligeras y fue diseñador gráfico. En 1922, Gan escribió el primer tratado teórico del constructivismo en el que definía los tres principios básicos de tectónica, factura y construcción. «Estos principios se citan en todas partes y, sin embargo, es dificilísimo conseguir el texto íntegro de Gan. Las traducciones varían mucho y a menudo se han hecho desde otras lenguas», explica Joana, que localizó el texto original en ruso en una biblioteca de Inglaterra. «Hemos intentado mantener el diseño del libro que hizo Gan, con sus experimentos tipográficos», añade Llorenç.

La profesora Christina Lodder, experta en constructivismo y vicepresidenta de la Malevich Society, arroja luz sobre la desconocida figura de Gan en su ensayo introductorio. Gan se definía a sí mismo como «constructor de masas», de hecho, abogaba por la desaparición de los artistas y la especulación estética en pro de los constructores de una nueva sociedad comunista. Una filosofía que, hoy, en el mundo del arte mercantilizado, cobra especial relevancia.

 

Foto portada: extraida de la web de la revista Diagonal