Montjuïc | La montaña de los museos

Montjuïc | La montaña de los museos

Un vestíbulo bajo la plaza. Bajo el subsuelo del espacio público que se ve en la imagen se habilitará un hall que conectará los diferentes edificiosUn vestíbulo bajo la plaza. Bajo el subsuelo del espacio público que se ve en la imagen se habilitará un hall que conectará los diferentes edificios

Publicado el miércoles 12 de noviembre de 2014 en LA VANGUARDIA

 

SILVIA ANGULO | La llaman el pulmón verde de Barcelona y en la mente de los responsables municipales siempre se ha ambicionado la idea de convertir Montjuïc en el Central Park de la ciudad, salvando las muchas diferencias que existen con el parque neoyorquino. Pero esa transformación aún no se ha convertido en realidad y sólo el tiempo dirá qué uso se acabará haciendo de la montaña. Está en proyecto ubicar un parque de atracciones del deporte -Open-camp- y dinamizar culturalmente lo que se ha denominado la explanada de los museos. El año pasado se firmó un acuerdo para transformar la entrada a la montaña desde la plaza Espanya en un potente eje  museístico, un lugar en que dialogasen los equipamientos culturales ubicados en la falda de Montjuïc -MNAC, pabellón Mies van der Rohe y Caixa Forum- y dar uso a determinados edificios construidos con motivo de la Exposición Internacional de 1929 hoy cerrados.

Tras el pacto suscrito por la Caixa, el MNAC, la Fira, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona los primeros esbozoa de lo que será el futuro centro museístico están perfilados. El proyecto de ordenación de todo el espacio monumental se encuentran ya en exposición pública. El proyecto afecta a un total de seis edificios, todos ellos catalogados y protegidos, por loque los responsables municipales han recurrido al subsuelo para desarrollar la operación de coneción de las diferentes fincas.

Según el plan municipal, bajo la plaza de las Cascades está previsto construir de manera soterrada un gran vestíbulo que sirva de conxión para los palacios de Alfons XIII y de Victòria Eugènia, ahora gestionados por Fira, pero que los responsables municipales esperan recuperar en breve. La incorporación de estos dos edificios serviría para poder ampliar el MNAC y ubicar allí parte de la colección permanente del museo. Estos planes incluyen también situar en una parte del palacio de Victòria Eugènia el futuro Museo de la arquitectura, un equipamiento que Barcelona persigue desde hace muchos años y ha recorrido en dibujos infinidad de ubicaciones sin llegar a concretarse nada. En la época del alcalde Joan Clos se aventuró que podría instalarse en el interior del edificio del Fòrum, una vez este concluyó la actividad vinculados a los festejos del 2004. Al margen de estos equipamientos, también estaría en mente de los responsables del futuro centro museístico ubicar colecciones fotográficas ahora desperdigadas por archivos, unas cuestiones que aún están en el aire.

La operación urbanística tendrá un coste valorado inicialmente en 69 milliones de euros, aunque no se determina quién sufragará los gastos ni cómo intervendran económicamente los diferentes operadores y administraciones en esta gran actuación.

El proyecto refiere que, según los estudios efectuados por el MNAC, dentro de esta cuantiosa inversión económica estaría la rehabilitación de los dos pabellones, con un coste aproximado de 35 milliones de euros, y la adecuación de la urbanización de los espacios públicos, que costaría 10 millones más. En el interior de los dos pabellones que están protegidos podrán situarse altillos, aprovechando la diferencia de cota de la edificación. Los edificios tiene techos que alcanzan los 15 metros de altura.

La plaza de las Cascades es el elemento central de la operación urbanística. Bajo este gran espacio público ubicará un vestíbulo que permitiría conectar los dos pabellones. El hall permitirá hacer una lectura unitaria del futuro complejo museístico y, al mismo tiempo, dará acceso a otros espacios vinculados al uso cultural como un posible auditorio.

Uno de los principales problema que tiene este conjunto monumental es el acceso, de ahí que el proyecto pretenda mejorar la accesibilidad de todos los edificios que integran el centro museístico. La intención es conectar los diferentes equipamientos a través de recorridos peatonales soterrados. El plan prevé un itinerario para viandantes en el subsuelo que conectará el futuro vestíbulo con el MNAC y por otro lado, la plaza Carles Buïgas- con el CaixaForum.

“Estos recorridos deverán incorporar las previsiones de la ubicación de la nueva estación de metro con la prolongación de la línea 2”, señala el plan de ordenación urbanística. Esta futura parada de transporte público deberá, según el estudio informativo, ubicarse en la plaza Puig i Cadafalch, que está en un nivel superior a la plaza las Cascades. Sin embargo, esta infraestructura prevista en el Plan Director de Infraestructuras no tiene calendario y mucho menos presupuesto.

A nuvel general no se permitirán nuevas construcciones en el ámbito. Es más, se demolerá el pabellón de Itàlia, una actuación que ya recoge el último plan de usos de Montjuïc aprovado definitivamente el pasado junio. La suerte de este edificio hace tiempo que estaba sentenciada por anteriores proyectos de ordenación de la montaña. En pabellón Ciutat de Barcelona se destinará a tareas de administración.

Respecto al futuro uso de los pabellones, el proyecto no aventura mucho, aunque refleja que puedan tener funciones provisionales vinculadas a la cultura y la propia actividad del centro museístico, deportivos, docentes y recreativos. También se refleja que parte del aprovechamiento podría estar destinado a la actividad comercial y restauración.

El proyecto incorpora un estudio de movilidad que prevé un incremento del número de visitantes del MNAC hasta superar el millón. En la actualidad, este equipamiento cultural recibe al año casi 640.000 visitantes, el 44% de ellos estranjeros, mientras que a CaixaForum acuden 1,3 milliones. Tras la ampliación se ganarían más de 360.000 nuevos visitantes, la mayor parte durante el fin de semana. El cálculo elaborado por el Instituto Cerdà sólo prevé los visitantes que acudan al MNAC y a los dos pabellones, el de Alfons XIII y Victòria Eugènia, dejando de lado los otros equipamientos culturales que están en el entorno.

El incremento de visitas comportará a su vez una crecimiento del volumen de tráfico, según el informe el 55% de lo desplazamientos. La mayor parte de ellos se efectuará en transporte público. El informe refiere las buenas coneciones existentes entre plaza Espanya y el resto de la ciudad. Allí confluyen 18 líneas de autobús -cuatro de ellas pertenecen a la red ortogonal- dos líneas de metro -y en previsión otra más en un futuro- y Ferrocarils de la Generalitat. Aunque también advierte que desde la plaza Espanya hasta la avenida de l’Estadi, en la parte posterior del museo, hay un kilómetro de distancia. Respecto a las plazas de aparcamiento existen más de mil, el 70 por ciento de ellas de pago. De hecho, bajo la avenida Rius i Taulet existe un importante aparcamiento soterrado muy utilizado los días en los que Fira Barcelona celebra algún evento.

 

Foto portada extraida de LA VANGUARDIA

Publicado el miércoles 12 de noviembre de 2014 en LA VANGUARDIA

 

SILVIA ANGULO | La llaman el pulmón verde de Barcelona y en la mente de los responsables municipales siempre se ha ambicionado la idea de convertir Montjuïc en el Central Park de la ciudad, salvando las muchas diferencias que existen con el parque neoyorquino. Pero esa transformación aún no se ha convertido en realidad y sólo el tiempo dirá qué uso se acabará haciendo de la montaña. Está en proyecto ubicar un parque de atracciones del deporte -Open-camp- y dinamizar culturalmente lo que se ha denominado la explanada de los museos. El año pasado se firmó un acuerdo para transformar la entrada a la montaña desde la plaza Espanya en un potente eje museístico, un lugar en que dialogasen los equipamientos culturales ubicados en la falda de Montjuïc -MNAC, pabellón Mies van der Rohe y Caixa Forum- y dar uso a determinados edificios construidos con motivo de la Exposición Internacional de 1929 hoy cerrados.

Tras el pacto suscrito por la Caixa, el MNAC, la Fira, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona los primeros esbozoa de lo que será el futuro centro museístico están perfilados. El proyecto de ordenación de todo el espacio monumental se encuentran ya en exposición pública. El proyecto afecta a un total de seis edificios, todos ellos catalogados y protegidos, por loque los responsables municipales han recurrido al subsuelo para desarrollar la operación de coneción de las diferentes fincas.

Según el plan municipal, bajo la plaza de las Cascades está previsto construir de manera soterrada un gran vestíbulo que sirva de conxión para los palacios de Alfons XIII y de Victòria Eugènia, ahora gestionados por Fira, pero que los responsables municipales esperan recuperar en breve. La incorporación de estos dos edificios serviría para poder ampliar el MNAC y ubicar allí parte de la colección permanente del museo. Estos planes incluyen también situar en una parte del palacio de Victòria Eugènia el futuro Museo de la arquitectura, un equipamiento que Barcelona persigue desde hace muchos años y ha recorrido en dibujos infinidad de ubicaciones sin llegar a concretarse nada. En la época del alcalde Joan Clos se aventuró que podría instalarse en el interior del edificio del Fòrum, una vez este concluyó la actividad vinculados a los festejos del 2004. Al margen de estos equipamientos, también estaría en mente de los responsables del futuro centro museístico ubicar colecciones fotográficas ahora desperdigadas por archivos, unas cuestiones que aún están en el aire.

La operación urbanística tendrá un coste valorado inicialmente en 69 milliones de euros, aunque no se determina quién sufragará los gastos ni cómo intervendran económicamente los diferentes operadores y administraciones en esta gran actuación.

El proyecto refiere que, según los estudios efectuados por el MNAC, dentro de esta cuantiosa inversión económica estaría la rehabilitación de los dos pabellones, con un coste aproximado de 35 milliones de euros, y la adecuación de la urbanización de los espacios públicos, que costaría 10 millones más. En el interior de los dos pabellones que están protegidos podrán situarse altillos, aprovechando la diferencia de cota de la edificación. Los edificios tiene techos que alcanzan los 15 metros de altura.

La plaza de las Cascades es el elemento central de la operación urbanística. Bajo este gran espacio público ubicará un vestíbulo que permitiría conectar los dos pabellones. El hall permitirá hacer una lectura unitaria del futuro complejo museístico y, al mismo tiempo, dará acceso a otros espacios vinculados al uso cultural como un posible auditorio.

Uno de los principales problema que tiene este conjunto monumental es el acceso, de ahí que el proyecto pretenda mejorar la accesibilidad de todos los edificios que integran el centro museístico. La intención es conectar los diferentes equipamientos a través de recorridos peatonales soterrados. El plan prevé un itinerario para viandantes en el subsuelo que conectará el futuro vestíbulo con el MNAC y por otro lado, la plaza Carles Buïgas- con el CaixaForum.

“Estos recorridos deverán incorporar las previsiones de la ubicación de la nueva estación de metro con la prolongación de la línea 2”, señala el plan de ordenación urbanística. Esta futura parada de transporte público deberá, según el estudio informativo, ubicarse en la plaza Puig i Cadafalch, que está en un nivel superior a la plaza las Cascades. Sin embargo, esta infraestructura prevista en el Plan Director de Infraestructuras no tiene calendario y mucho menos presupuesto.

A nuvel general no se permitirán nuevas construcciones en el ámbito. Es más, se demolerá el pabellón de Itàlia, una actuación que ya recoge el último plan de usos de Montjuïc aprovado definitivamente el pasado junio. La suerte de este edificio hace tiempo que estaba sentenciada por anteriores proyectos de ordenación de la montaña. En pabellón Ciutat de Barcelona se destinará a tareas de administración.

Respecto al futuro uso de los pabellones, el proyecto no aventura mucho, aunque refleja que puedan tener funciones provisionales vinculadas a la cultura y la propia actividad del centro museístico, deportivos, docentes y recreativos. También se refleja que parte del aprovechamiento podría estar destinado a la actividad comercial y restauración.

El proyecto incorpora un estudio de movilidad que prevé un incremento del número de visitantes del MNAC hasta superar el millón. En la actualidad, este equipamiento cultural recibe al año casi 640.000 visitantes, el 44% de ellos estranjeros, mientras que a CaixaForum acuden 1,3 milliones. Tras la ampliación se ganarían más de 360.000 nuevos visitantes, la mayor parte durante el fin de semana. El cálculo elaborado por el Instituto Cerdà sólo prevé los visitantes que acudan al MNAC y a los dos pabellones, el de Alfons XIII y Victòria Eugènia, dejando de lado los otros equipamientos culturales que están en el entorno.

El incremento de visitas comportará a su vez una crecimiento del volumen de tráfico, según el informe el 55% de lo desplazamientos. La mayor parte de ellos se efectuará en transporte público. El informe refiere las buenas coneciones existentes entre plaza Espanya y el resto de la ciudad. Allí confluyen 18 líneas de autobús -cuatro de ellas pertenecen a la red ortogonal- dos líneas de metro -y en previsión otra más en un futuro- y Ferrocarils de la Generalitat. Aunque también advierte que desde la plaza Espanya hasta la avenida de l’Estadi, en la parte posterior del museo, hay un kilómetro de distancia. Respecto a las plazas de aparcamiento existen más de mil, el 70 por ciento de ellas de pago. De hecho, bajo la avenida Rius i Taulet existe un importante aparcamiento soterrado muy utilizado los días en los que Fira Barcelona celebra algún evento.

 

Foto portada extraida de LA VANGUARDIA