Tokio proyecta un rascacielos de madera de 350 metros

En plena revolución arquitectónica, la empresa maderera japonesa Sumitomo levantará con este material la torre más alta del mundo.

PABLO M. DÍEZ CORRESPONSAL EN ASIA / EFE / Imagen del proyecto presentado por Sumitomo Forestry.

A principios del siglo XX, los adelantos tecnológicos con un acero fundido más ligero revolucionaron la fisonomía de las grandes ciudades al crear un nuevo edificio capaz de tocar las nubes. Nacían así los rascacielos que, elevándose varios cientos de metros sobre el suelo, conforman la jungla de asfalto que caracteriza a megalópolis como Nueva York, Shanghái o Tokio.

Para este siglo XXI, ya está en marcha otra revolución arquitectónica, ecológica y sostenible, más acorde con los nuevos tiempos: los rascacielos de madera. Por increíble que parezca, la empresa maderera japonesa Sumitomo ha propuesto construir con este material un rascacielos de 70 plantas y unos 350 metros en Tokio, informan los medios nipones. El proyecto, denominado W350, pretende culminarse en 2041, cuando se cumplen 350 años de la fundación de dicha compañía. Con solo un 10 por ciento de acero, este edificio se aprovechará de las innovaciones técnicas que se produzcan hasta esta fecha para incorporarlas a su estructura, que se basará en columnas, vigas y puntales que combinen ambos materiales. De ello se encargará la firma de arquitectura tokiota Nikken Sekkei, que además tendrá que incluir todas las medidas de seguridad que tienen los rascacielos nipones para resistir sus frecuentes terremotos. Entre ellos destacan los muelles hidráulicos que flexionan los pilares cada vez que se produce un temblor para aguantar las sacudidas y evitar que estos se partan, lo que provocaría el derrumbe del inmueble.

Con una superficie de 455.000 metros cuadrados, este rascacielos de madera albergará viviendas, oficinas y tiendas, con balcones en sus cuatro lados para que la vegetación ascienda hasta la cima y sea más respetuoso con el medioambiente. Para completar toda la estructura, harán falta 185.000 metros cúbicos de madera y una inversión de 600.000 millones de yenes (4.536 millones de euros), casi el doble de lo que cuesta un rascacielos convencional. A pesar de la carestía de esta iniciativa, la empresa Sumitomo confía en que la tecnología avance lo suficientemente rápido de aquí a 2041 para abaratar costes.

Debido la proliferación de rascacielos por todo el mundo, sobre todo en las potencias en vías de desarrollo de Asia como China, el incremento de sus costes de construcción y la presión geológica sobre el terreno han llevado a los arquitectos a considerar alternativas a los tradicionales hormigón y acero. Ha surgido así una nueva corriente arquitectónica que aboga por emplear materiales más sostenibles como la madera, que ya se está empleando cada vez más en los nuevos proyectos. De hecho, el Gobierno japonés aprobó en 2010 una ley que establece la construcción con este material de todos los recintos públicos con tres plantas o menos.

No es ninguna utopía porque ya hay en marcha otros rascacielos de madera, como la Torre River Beech de Chicago, que tendrá 80 plantas y 244 metros.

EL PULSO DEL PLANETA

El coste será de 4.536 millones tiendas, oficinas de euros y albergará y viviendas

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