El Estudio Herreros (AxA) de Madrid firma el proyecto del nuevo edificio, que ya forma parte del skyline de la capital noruega
Publicado en La Vanguardia el 28 de mayo de 2021
Edvard Munch legó a la ciudad de Oslo su inolvidable obra. Una gran herencia, compuesta por más de mil cuadros, 15.000 dibujos, casi 5.000 esbozos, innumerables escritos, herramientas de trabajo… Los noruegos han disfrutado de ese patrimonio durante años, porque su capital abrió en 1963 un museo específico para mostrar la obra de su pintor más célebre.
Muy pronto, noruegos y extranjeros llegados de cualquier rincón del mundo podrán acceder al legado del artista expresionista de una forma más intensa y directa, porque el Museo Munch de Oslo se ha renovado. Lo ha hecho con un impresionante nuevo edificio diseñado en el Estudio Herreros de Madrid y que se inaugurará el próximo 22 de octubre con vocación de convertirse en un “museo vivo”.
Los arquitectos Juan Herreros y Jens Richter han dedicado once años a este proyecto: siete años para diseñarlo y otros cuatro para construirlo, según explicaron ayer en una rueda de prensa online en la que acompañaron al director de la entidad, Stein Olav Henrichsen, quien anunció la fecha de la inauguración.
Una fecha muy esperada por los aficionados al arte, porque la materialización del nuevo Munch no ha sido un camino de rosas. Herreros ganó en el 2009 un concurso público para construir este edificio junto a la Ópera de Oslo, pero después las autoridades locales enterraron la idea por falta de presupuesto. Más adelante, se retomó el proyecto, que ahora se ha hecho realidad.
Este museo vertical, de más de 26.000 metros cuadrados que ya forma parte del skyline de la capital noruega, “reúne cultura, arte, sostenibilidad y responsabilidad para el futuro”, explicó Herreros, quien resaltó el “dinamismo” del edificio, que dispone de múltiples salas, biblioteca, zona de proyecciones, cafetería, restaurante y una terraza desde la que se pueden observar “el pasado y el futuro de la ciudad”.
Y con todo eso a su disposición, Henrichsen quiere poner en marcha ese museo “vivo” en el que, además de disfrutar de la colección más completa del autor de El Grito , los visitantes podrán acceder a múltiples actividades como charlas, seminarios, conciertos, performances … La instalación también ofrecerá “alta cocina a buen precio”, talleres artísticos, premios para pintores incipientes y un espacio especial para que los niños se enamoren de la pintura de Munch en particular y del arte en general.