Publicat el 14 d’abril del 2014 a La Vanguardia
Lamp factura 27 millones, fabrica en cuatro países y da empleo a 195 personasPublicado el 14 de abril del 2014 en La Vanguardia
Lamp factura 27 millones, fabrica en cuatro países y da empleo a 195 personas
En 2011, Lamp facturaba 27 millones de euros. En 2013 ha repetido prácticamente la misma cifra de facturación. Pero en ese plazo de tiempo, la empresa de la familia Cusidó ha cambiado de piel y de maneras de trabajar. Antes de la crisis, el mercado español absorbía el 75% de la producción. Ahora dirige un 73% de las ventas al exterior y el objetivo es alcanzar un 80%.
“Ha sido un proceso reactivo, pero nos ha obligado a hacer las cosas de otra manera -explica Ignasi Cusidó, director general del grupo-. Se puede decir que el mercado local, derrumbado por la crisis, nos ha apartado porque el precio se ha convertido en un factor con mucho peso en las operaciones. En el mercado internacional se nos valora justamente por lo contrario, por la marca. Por trabajar a la medida y codo a codo con los despachos de arquitectura”.
Lamp es una empresa de iluminación técnica y arquitectónica que fue creada en 1972 por el padre de los cuatro hermanos Cusidó. En esos cuarenta años, la empresa se ha adaptado a un negocio que en su origen era eléctrico y mecánico (empezaron con las luminarias para fluorescentes) y que ahora es electrónico. “El sector de la iluminación evoluciona muy deprisa y te obliga a tomar decisiones con mucha rapidez” -comenta-.
Algo de eso le ocurrió a Lamp con la crisis. “Las empresas locales que nos hacían los moldes empezaron a cerrar o a dejar de ser competitivos para nuestra industria y las entregas se eternizaban”. Eso obligó a Lamp a abrir factoría en China para aprovisionarse de aluminio.
El grupo cuenta ahora con una plantilla de 195 personas, de las que 80 trabajan en el exterior y el resto en la sede central de Terrassa, en una vieja fábrica textil reconvertida para la manufactura y almacenaje de sus estructuras. La salida al exterior le ha servido a Lamp para sobrevivir en un sector que se ha visto afectado por la crisis de la construcción y la irrupción de importadores. Para ello ha dado mayor peso al departamento de I+D y ha fusionado los departamentos comercial y de marketing.
Lamp cuenta con filiales en Francia, China, México, Chile y Colombia (en estos tres últimos países, además, fabrica). Cuenta también con oficinas comerciales en Londres, Vilna, Dubái, Bangkok, Pekín y Kuala Lumpur. Los cuatro hermanos se integran en la gestión. Además de Ignasi, que lleva la dirección general tras haber pasado por otras empresas, sus tres hermanos se ocupan de Latinoamérica desde la dirección de la filial chilena (el mercado de mayor expansión), la dirección de las filiales francesa e inglesa y la dirección comercial de España.
En 2011, Lamp facturaba 27 millones de euros. En 2013 ha repetido prácticamente la misma cifra de facturación. Pero en ese plazo de tiempo, la empresa de la familia Cusidó ha cambiado de piel y de maneras de trabajar. Antes de la crisis, el mercado español absorbía el 75% de la producción. Ahora dirige un 73% de las ventas al exterior y el objetivo es alcanzar un 80%.
“Ha sido un proceso reactivo, pero nos ha obligado a hacer las cosas de otra manera -explica Ignasi Cusidó, director general del grupo-. Se puede decir que el mercado local, derrumbado por la crisis, nos ha apartado porque el precio se ha convertido en un factor con mucho peso en las operaciones. En el mercado internacional se nos valora justamente por lo contrario, por la marca. Por trabajar a la medida y codo a codo con los despachos de arquitectura”.
Lamp es una empresa de iluminación técnica y arquitectónica que fue creada en 1972 por el padre de los cuatro hermanos Cusidó. En esos cuarenta años, la empresa se ha adaptado a un negocio que en su origen era eléctrico y mecánico (empezaron con las luminarias para fluorescentes) y que ahora es electrónico. “El sector de la iluminación evoluciona muy deprisa y te obliga a tomar decisiones con mucha rapidez” -comenta-.
Algo de eso le ocurrió a Lamp con la crisis. “Las empresas locales que nos hacían los moldes empezaron a cerrar o a dejar de ser competitivos para nuestra industria y las entregas se eternizaban”. Eso obligó a Lamp a abrir factoría en China para aprovisionarse de aluminio.
El grupo cuenta ahora con una plantilla de 195 personas, de las que 80 trabajan en el exterior y el resto en la sede central de Terrassa, en una vieja fábrica textil reconvertida para la manufactura y almacenaje de sus estructuras. La salida al exterior le ha servido a Lamp para sobrevivir en un sector que se ha visto afectado por la crisis de la construcción y la irrupción de importadores. Para ello ha dado mayor peso al departamento de I+D y ha fusionado los departamentos comercial y de marketing.
Lamp cuenta con filiales en Francia, China, México, Chile y Colombia (en estos tres últimos países, además, fabrica). Cuenta también con oficinas comerciales en Londres, Vilna, Dubái, Bangkok, Pekín y Kuala Lumpur. Los cuatro hermanos se integran en la gestión. Además de Ignasi, que lleva la dirección general tras haber pasado por otras empresas, sus tres hermanos se ocupan de Latinoamérica desde la dirección de la filial chilena (el mercado de mayor expansión), la dirección de las filiales francesa e inglesa y la dirección comercial de España.