La Junta de Extremadura ha anunciado que la propuesta ‘La Música y la Tierra’ de Mangado y Asociados ha resultado ganadora del concurso del Museo del Madruelo
Publicado en Arquitectura Viva el 29 de noviembre de 2023
La Junta de Extremadura ha anunciado que la propuesta denominada ‘La Música y la Tierra’ del estudio de arquitectura Mangado y Asociados ha resultado ganadora del concurso de ideas convocado para construir en el casco histórico de Cáceres un museo que albergue la colección Helena Folch-Rusiñol, de instrumentos musicales y cerámicas. El edificio se levantará en el solar del Madruelo, donde se ubicaba un instituto de educación secundaria, demolido por su mal estado.
El jurado, presidido por la directora general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultura, Adela Rueda Márquez de la Plata, ha elegido por unanimidad la propuesta vencedora, imponiéndose a las otras cuatro finalistas. De este proyecto el jurado ha destacado “la idea de materialidad del proyecto, que relaciona la música y la cerámica con los rasgos materiales del lugar en el que se ubica; creando un juego de espacios en consonancia con los rincones medievales y renacentistas que definen la ciudad de Cáceres”.
El proyecto dispone sobre un basamento, que a la vez se convierte en un mirador, una serie de volúmenes de hormigón y cerámica, fragmentados para responder a la escala de su entorno, mientras se resuelven los desniveles topográficos del terreno descendente. La verticalidad de los cipreses existentes cercanos y los que serán plantados en el conjunto museístico contrasta con la horizontalidad de los nuevos volúmenes de hormigón texturizado.
El proyecto se organiza en torno a dos circuitos, uniendo el punto más alto donde se sitúa el acceso público con el más bajo de entrada de servicios y almacenes, junto a la cafetería y ‘El jardín colgante’, un lugar de eventos al aire libre. Una serie de patios articulan los espacios y dotan de continuidad a la planta baja. Las cubiertas también se fragmentan permitiendo el acceso de luz al interior. A lo largo de todos los recorridos, la luz natural adquiere un valor especial. En lo relativo a las galerías destinadas a los instrumentos musicales, la propuesta contempla una entrada de luz perimetral por encima del suelo, que se eleva 40 centímetros, mientras que las salas de cerámica serán iluminadas cenitalmente.