Fue un debate intenso, participativo, y personalmente para mí, bastante deprimente
El pasado día 25 de octubre se realizó en el COAC una AGORA para hablar de los honorarios de los arquitectos cuyo título era “NO PARLEM D’HONORARIS”. Fue un debate intenso, participativo, y personalmente para mí, bastante deprimente.
El debate sobre los honorarios es un debate que los ingenieros o incluso los especialistas en estructuras no tienen. Esos colectivos tienen claro qué honorarios deben facturar, por lo que me sorprende que los arquitectos, en general, no lo sepamos, y pidamos al COAC que nos dé unos baremos.
En el debate quedo meridianamente claro que el COAC no puede dar ninguna norma, propuesta o recomendación sobre qué debemos facturar los arquitectos, es más, quedó evidente que ningún organismo o institución pública, es decir la Administracion, hará ninguna gestión para proponer unos baremos que orienten sobre cuáles son los honorarios adecuados. Este es un camino que debemos desestimar de entrada, el COAC en este tema no nos puede ayudar, no conseguiremos nunca unos baremos o algo similar.
BIMSA, AMB y el ITEC explicaron que están estudiando un método estadístico que podría ayudar a determinar los costes de un proyecto. Ojalá lo consigan, pero personalmente creo que es un objetivo demasiado ambicioso y con un horizonte muy lejano.
Pero, si bien el COAC no nos puede ayudar a establecer los honorarios, sí que nos podría orientar en muchos temas que nos facilitaría el poder calcularlos.
Podría poner en su página web el decreto 5823 del BOE del 27 de mayo de 2015 en que “modifican diversas tarifas generales de aplicadas por la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria del Patrimonio” cuyas tarifas son muy parecidas a los baremos de 2008.
O publicar las tarifas de RENFE. Curiosamente Renfe ha publicado unas tarifas para sus técnicos y nadie ha protestado.
O publicar el sueldo bruto de un arquitecto de la administración dependiendo de la experiencia y del cargo. Ahora bien, para que nos fuese útil este dato tendría que pasarlo a sueldo hora, teniendo en cuenta que según convenio una parte importante de las horas las debe dedicar a estudiar o reciclarse. Y a ese precio hora, que es un sueldo bruto, se le debería añadir el 30% en concepto de gastos generales, así como el 30% de beneficio bruto. Así sabríamos que debería facturar un arquitecto. Pues como todo el mundo sabe un arquitecto es una empresa, y como empresa tiene unos gastos generales y debe de tener un beneficio.
O publicar que sueldo cobran arquitectos que trabajan como jefes de obra o como directores de empresa.
Todos estos datos nos servirían para saber nuestra posición en el mercado, y a partir de ese punto, calcular los honorarios.
También podría publicar en la página web que los gastos generales y el beneficio industrial de un despacho de arquitectura no es el 13% y el 6%, sino que es el 30% de gastos generales y el 30% de beneficio bruto. Se debe recordar que el 13% y el 6% viene de un acuerdo que realizaron con la Administracion los ingenieros de caminos, canales y puertos para las obras publicas de su incumbencia hace muchísimos años. El presupuesto de un camino, un canal o un puerto tiene pocas partidas, pero de gran medición. Las empresas constructoras actuales, para confeccionar sus presupuestos reales, no usan ni el 13% ni el 6%.
También podría estimar cuantas horas de despacho requiere la redacción de unos determinados proyectos básicos y ejecutivos. Este trabajo no es fácil, pero el COAC tiene técnicos capaces de realizar este trabajo. También podría ofrecer a los arquitectos que se incorporan al COAC la realización de un cursillo para saber calcular los honorarios.
Quizás podría aconsejar a la Administracion indicando qué pueden suponer los honorarios de arquitecto y el coste de la obra incluso después de que se haya publicado el concurso. Esto podría ayudar a los arquitectos a mejorar, a posteriori, los honorarios.
Pero lo que no puede hacer el COAC, de ninguna manera, es reunir a un grupo de arquitectos interesados y preocupados por un tema, estar hablando y debatiendo sobre ello durante más de dos horas, y finalizar sin ningún acuerdo o propuesta de actuación.
Esto sólo lleva al desánimo, a la frustración y a pensar que el COAC no está a nuestro servicio y por tanto es superfluo.
Jose M Gutierrez Noguera es Secretario- tesorero de Arquitectes per l’Arquitectura