EDIFICIO “774”
2013
Nuevo edificio de oficinas y centro de acogida de visitantes del CERN
El CERN (Centre Européen de la Recherche Nucléaire) ocupa nueve municipios entre Suiza y Francia, depende directamente de la Comunidad Económica Europea y está financiado por sus estados miembros. El proyecto surge como operación experimental que pretende abrir las puertas a miembros de otros países que, normalmente, no trabajan para el CERN.
El proyecto interpreta el anagrama del CERN (círculos y partículas en todas las direcciones del espacio) que nos inspiró generar un vacío central (metáfora del vacío de la materia) en torno al que establecer las distintas alas. Los físicos trabajan para descubrir sus leyes internas, pero los arquitectos, también, ya que trabajamos tanto con los elementos construidos, como con el vacío (el espacio resultante)… Y con la luz… Los silencios, en música, son tan importantes como los sonidos… No hay que olvidar que, si la música es aire que suena, la arquitectura es el aire en que vivimos. Deseábamos, además, reinterpretar la materia desde la aleatoriedad. La arquitectura es, siempre, juego y desafío.
El edificio 774 se compone de un sótano, planta baja y dos plantas piso y está destinado a los laboratorios donde se desarrollan los programas informáticos que controlan los aceleradores de partículas nucleares, el auditorio y la sede de la dirección. Orientado hacia el paisaje, se sitúa enfrente del Centro de Control de CERN (CCC) y pretende erigirse en referencia. Una parte de la planta baja contiene las funciones de “pública concurrencia” del edificio (auditorio, cafetería y restaurante VIP) mientras los laboratorios están del otro lado del patio. El edificio queda cosido por las dos plantas superiores que se asoman en voladizo, las unas sobre las otras y albergan las diferentes oficinas y salas de reuniones. El edificio cuenta con varias salas de conferencias, núcleos sanitarios en cada piso y un área de descanso, equipada con una cocina americana, situada en el centro de la primera planta. La parte destinada a oficinas está compuesta por 38 despachos individuales, 10 de dos plazas, cuatro de seis y cuatro oficinas ejecutivas hasta completar los 150 puestos de trabajo que prevé el programa. El sótano dedicado a instalaciones y almacenamiento, tiene acceso directo desde la calle, a efectos de mantenimiento y cose el conjunto con los dos núcleos de comunicación vertical.
El edificio está acabado en hormigón aligerado (GRC) de color blanco roto con lamas que potencian la horizontalidad del conjunto, contrapuestas a un ala en alucobond negro. Desde el punto de vista estructural lo más importante es la sujeción de los voladizos mediante toda una serie de pantallas atirantadas y jácenas de canto que sobresalen en cubierta. Desde el punto de vista de sus instalaciones, sorprende, viniendo de nuestro clima y condición, que esté prohibida la instalación de aire acondicionado en las oficinas (no así en las zonas de pública concurrencia) y que la calefacción se efectúe mediante suelo radiante. El edificio dispone de producción propia de energía solar y tiene certificación de Green Building.
Autores: Arquitectos, Octavio Mestre / Francesco Soppelsa. Arquitectos colaboradores, Guillermo Díaz, Carlos Maurette y Enzo Vignolo, arq. Aparejador / Project, Jose Mª Pina, Xavier Pie
Fotografías: Jordi Bernadó y Octavio Mestre