Entrevistamos a Víctor Rahola (AxA), el arquitecto que diseñó el espacio donde actualmente convivimos en el instituto Arnau Cadell de Sant Cugat del Vallès, en Barcelona | INS ARNAU CADELL REPORT
Publicado en La Vanguardia el 14 de julio de 2021
Un hombre se acerca a la puerta del instituto movido por la curiosidad. Observa con atención el edificio, el espacio de los patios, la estructura de la entrada. Se trata de Víctor Rahola (Barcelona, 1945), uno de los arquitectos más prestigiosos del territorio catalán. Que visite el centro no es casualidad: hoy lo entrevistamos en la revista escolar INS Arnau Cadell Report. Y es que, en nuestro centro, la comunidad educativa tiene el privilegio de convivir, día a día, en un espacio diseñado y construido a partir de un proyecto suyo, hace ya casi 40 años.
La entrevista completa (en catalàn) de los y las periodistas de 2.º y 3.º de ESO al arquitecto Víctor Rahola. A continuación, hacemos un resumen de la entrevista que nos concedió el señor Rahola en su visita al instituto.
¿Qué cosas han cambiado respecto a lo que recuerda del proyecto original?
Han cambiado cosas. Supongo que por necesidad y por ampliación, como por ejemplo: esto que está aquí ahora muy próximo que es la ampliación de la cantina, como un módulo, que cambia un poco la estructura y la configuración del proyecto. Otras cosas que yo creo que distorsionan bastante lo que estaba pensado del proyecto, como por ejemplo, la entrada que han puesto para las bicicletas que tiene una mala ubicación, dijéramos. Seguramente se tendría que poner algún elemento para guarecer las bicicletas. Había mucho espacio para ponerlas, colocarlas, y no distorsionar tanto la entrada que me parece un lugar muy importante en un edificio. Es como si de golpe en tu casa, pusieran un pivote extraño en la entrada.
¿Cuándo se presentó el proyecto y cuando se acabó se acabó de construir?
Fue un encargo, de hecho, yo había hecho ya una primera ampliación de una escuela, aquí en Sant Cugat del Vallès, que es Joan Maragall. Fue una reforma y una ampliación de la escuela. Fue una de las primeras escuelas que hizo la Generalitat porque anteriormente las hacía el Gobierno Central. Había dos módulos, uno de montaña y uno de plano o cerca del mar. Son unos módulos que se repiten por España, que son todas exactamente iguales. La primera transferencia que hizo la Generalitat, la gente tuvo interés en hacer el proyecto. Y esta es una de las primeras escuelas del año 1980. El 1982 acabamos el proyecto, de hecho nos lo encargaron en 1981, y es así cuando se presentó y acabó el proyecto.
¿Por qué decidió presentarse al proyecto?
En aquella época era un proyecto muy apreciado para mí. Hacer una escuela en aquel momento era una de las cosas que yo deseaba, de hecho mi proyecto final de la carrera fue hacer una escuela. Tenía este afán de poder hacer una escuela diferente de las que habían hecho hasta este momento y he estado interesado en todo esto.
¿En que se inspiró?
Esto de la inspiración es una cosa relativa… El programa de una escuela es un programa muy estricto, muy rígido, también puedes hacer cualquier cosa, también la economía es muy importante, es decir, no se puede dilapidar el dinero. La idea era hacer una estructura muy clara, transversal en la entrada donde se ubica el grosor del programa, de una manera muy racional, a través del pasillo, se entraría, por el medio.
Este taller transversal, donde se apoya todo el grosor del programa, que están en las aulas que se repiten muchísimo y lo hicimos en tres plantas. Iba con otro eje longitudinal en la entrada, que es este eje que nos lleva hasta aquí, donde se sitúa, a ambos lados, de este eje, la biblioteca, allí donde está almacenada la memoria, también la razón, la parte más racional del ser humano; y a al otro lado, estaría el gimnasio y debajo del gimnasio está el salón de actos y pues lo que me interesaba era esta dualidad entre la razón y el cuerpo, la cosa más natural, más que nos ha preparado la naturaleza, y también con esta idea del cuerpo, y esto del “cuerpo sano y mente sana” y entonces estas dos piezas, estrechas, del programa, constituyen este eje longitudinal donde se apoya esto.
¿Por qué decidió hacer las paredes de la mayor parte del edificio con obra descubierta?
Siempre me ha interesado muchísimo la cuestión de los materiales. Quiero decir, la arquitectura es una definición de un espacio que define a través de la forma, a través de la materia y esta materia tiene que escoger qué tipo de material poner. Los materiales que se aproximan al natural me han interesado muchísimo sintáctica y prácticamente. Mi arquitectura puede ser todo lo que tiene que ver con este orden: cerámica, ladrillo, que es tierra cocida. Me interesaba aquella cosa de este elementos que tiene que ver con relación natural igual que la madera a la planta baja, la biblioteca es de madera pero también es un elemento con piedra que tiene que ver con la naturaleza. De todos los materiales, me ha interesado el que tiene una mayor calidez.
¿Por qué se dio a la parte frontal la forma peculiar (como ondulada) que tiene?
Yo entonces era muy joven, tenía treinta y ocho años y temía a este mundo, más que aportar ideas. Para mí la entrada, que está colocada en el centro de la escuela, sería como una cortina que se abre y nos deja pasar adentro de la escuela y esta está hecha de ladrillo. Parece que está plegada y ondulada, queda abierta y nos deja entrar dentro de un lugar privilegiado para nuestra sociedad que es una escuela, donde la gente aprende y escucha.
¿Por qué hay algunos muros de vidrio? ¿Qué papel juegan?
Este cruce es de dos ejes: el longitudinal y el transversal. Corta de alguna manera este pasillo, en el cual están situadas las aulas. Entonces se ensancha, nos da una luz que es muy importante porque la arquitectura es construir espacios que nos protegen, pero con luz. Entonces esta es una aportación de luz. Y a la vez también cuando pasas por aquí puedes ver este eje. Creo que la biblioteca y el gimnasio son los dos elementos más representativos de la escuela y enfatiza este eje del cual hablábamos.
“CREO QUE LA BIBLIOTECA Y EL GIMNASIO SON LOS DOS ELEMENTOS MÁS REPRESENTATIVOS [DEL EDIFICIO DEL INSTITUTO]”
Hemos visto que las barras verticales de madera que hay en varios espacios del centro también las ha empleado en otros proyectos suyos. ¿Por qué las incluyó?
La arquitectura juega con la geometría y, por tanto, es un juego de elecciones. Dentro de esta geometría, donde yo me siento más tranquilo o más habituado, los elementos verticales u horizontales siempre me han interesado. Y por eso los utilicé.
Pero, ¿por qué utilizar la verticalidad? Hay cuestiones como la del mantenimiento por la lluvia u otros factores naturales. Construir algo verticalmente nos da ventajas. En el sentido de que el agua circula mejor y estropea menos la madera. Es decir, es una cuestión también funcional. Nosotros los arquitectos no solo hacemos espacios que sean más o menos bonitos, sino que hacemos espacios útiles. La manera cómo envejecen es muy importante y una madera colocada en vertical en un lugar que le da la inclemencia del tiempo se mantiene mejor que si está en horizontal.
¿Cómo diseñaría la ampliación de este instituto?
Primero hablaría con la persona que diseñó este edificio, con los usuarios, que en este caso son los alumnos, y con el departamento de la Generalitat de Cataluña, que tiene las ideas y las necesidades por su diseño. Yo puedo aportar, pero el departamento también tendría que aportar algo. De entrada escucho siempre lo que se me encarga hacer, pero si me dijeran “tú decides”, tendría que estudiar los métodos de la escuela y decidir qué información poner.
“LA ARQUITECTURA ES UNA EXTENSIÓN DEL SER HUMANO”
¿Cómo definiría lo que es la arquitectura?
La arquitectura es una extensión del ser humano. Desde el hombre más primitivo que ha necesitado un lugar para separarse de la inclemencia, para darse seguridad del mundo externo cuando es peligroso. Este espacio ha sido interpretado por las personas: son cosas que los animales no hacen. Ya donde vivían los hombres primitivos, las cuevas estaban decoradas por ellos para reinterpretar su espacio natural. La arquitectura tiene que ver con esto, fundamentalmente es la definición de un espacio a partir de la materia.
¿Cuál es el reto más grande para un arquitecto?
Pues el reto más grande para un arquitecto es planificarlo todo. Planificar los espacios y cómo será construido. Donde estará cada clase, donde estará la cocina… Además, planificar un lugar tan grande es muy difícil, incluso para un arquitecto profesional. Porque dibujar es muy difícil y además tiene que tener las medidas exactas por todo. Si sale alguna medida o algo mal puede ser que todo el proyecto salga mal y que no quepan algunas cosas que se tienen que construir.
¿Qué importancia tiene el terreno en un proyecto arquitectónico? ¿En nuestro centro fue significativo?
El terreno es la topografía, pero en realidad también sería el lugar, que es un espacio que tiene cultura: no sería el mismo que este terreno con la misma pendiente lo pusiéramos en China, puesto que tienen una cultura diferente. Por ejemplo, tuvimos que poner las aulas de espaldas al tren para así no escuchar el ruido. En conclusión, el lugar es muy importante por la arquitectura. De hecho, el lugar es un paisaje y el paisaje es cómo nosotros vemos la naturaleza.
¿Cómo es el día a día de un arquitecto?
Los arquitectos tienen que hacer mucha gestión actualmente. Creo que los profesores también se quejarán de esto, de la cantidad de gestión que tienen que hacer de más. Que a veces te gustaría estar enseñando y tienes que estar mucho tiempo haciendo la gestión. Cada día hay más normas. Entonces, los arquitectos hacemos un poco como cierto director de orquesta: no tocamos ningún instrumento, pero dirigimos los diferentes proyectos que tienen que haber. De arqueología, de inundabilidad, de sostenibilidad energética… todo esto son diferentes proyectos que tiene que ir desarrollando la gente. Este edificio, cuando lo hicimos, tenía… ¡ni la mitad de normas! Quizás el 10% de las normativas que hay actualmente.
¿Por qué estudió arquitectura?
En mi casa, mi madre, mi abuela y una tía, que está exiliada y que todavía vive en Chile, son pintoras. Había esta cosa del mundo artístico. A mí, por otro lado, siempre me habían gustado las matemáticas y quizás con cierta ingenuidad. De hecho, cuando uno tiene que decidir este tipo de cosas, que supongo que a vosotros os pasará pronto, eres muy joven. Seguramente esto me influyó a la hora de decidir que haría arquitectura, porque pensaba: será una cosa muy artística. Y ya veis que sí, que hay una parte, pero sobre todo un mundo artístico con utilidad, una cosa que da servicio a la sociedad.
¿Qué recomendaría a una persona que quisiera estudiar arquitectura?
No lo sé, ¿qué le diría? De entrada, aparte de interesarse por las arquitecturas del pasado y del presente, que viajara muchísimo. Viajar es un aprendizaje fundamental para todos, pero para la arquitectura lo es mucho porque hay una parte de la arquitectura donde la mirada es muy importante. La mirada está cargada de un mundo cultural. Vemos las cosas a través de la mirada, de la cultura que hemos ido aprendiendo y hemos ido forjando, y esta mirada va siguiendo un camino. Por ejemplo, yo que he ido siguiendo un camino, entiendo que lo he ido completando de alguna manera. Por ejemplo, a mí me gusta mucho la música clásica y cuando escucho una pieza de Beethoven, ahora siento unas cosas que antes no sentía. Esta mirada (en todo caso sería un oído) es muy importante de aprender y el viaje es una forma muy eficaz de aprendizaje, sobre todo en este sentido de educar los sentidos y de darle un mundo cultural.
¿Cómo definiría su estilo como arquitecto?
Mi estilo. Bueno, bien… a mí esto del estilo… No es una palabra que me guste mucho porque tiene que ver con el mundo de la moda y estas cosas más efímeras, ¿no? La arquitectura me ha interesado muchísimo desde joven, desde el principio. Pero a mí, de joven, me influyó mucho la arquitectura de Ibiza. Yo viajé a Ibiza en los sesenta…
¿Ha vivido algún proceso de un proyecto que no haya salido o donde sienta que ha fracasado?
(ríe) Ah, bueno, los proyectos fracasados… Los proyectos duran mucho tiempo, es decir, un proyecto no se hace en una tarde. Un proyecto habitualmente puede durar un año, dos años, de proyectos hay que han durado muchos años y hay algún proyecto que quizás pienso que habría de haber trabajado más, porque tiene unos defectos que si los hubiera trabajado y reflexionado más no se hubieran dado.
Antes ha hablado de la biblioteca. ¿Por qué le dio la forma que tiene?
Antes le comentaba al director… En el mundo occidental la razón se inicia a partir del Renacimiento, después hay la ilustración del siglo XVIII, pues ya fundamenta más bien esta razón liberal de la sociedad, y con la Revolución Francesa se instituye, pero el Renacimiento da los primeros pasos para dar primacía a la razón. Entonces, esta biblioteca tiene que ver o podríamos asimilar o pensar que tiene una relación con un baptisterio de la Toscana en Italia. Por otro lado, el gimnasio está apoyado directamente en la tierra, es decir, una cosa está sobre una plataforma y el gimnasio que tiene que ver con el mundo del cuerpo; aquí ahora estamos en el salón de actos, pero está directamente apoyado en la tierra.
¿Qué época histórica o qué lugar son tus preferidos por su arquitectura?
Me gusta la buena arquitectura, en este sentido yo no pondría categorías. Lo que me gusta es poder visitar.
Además de la arquitectura, ¿tienes alguna gran afición?
Antes hacía siete cosas que ahora ya no hago. A mí me gusta la lectura y escuchar música, la ópera, por ejemplo con un espacio de espectáculo.
Cuando diseñaste el edificio, no había comedor, ¿verdad?
Antes comían en casa porque el comedor me lo encargaron posteriormente, y no tenía este módulo que sobresale. Durante la construcción, hicieron la biblioteca, va saliendo espacio no utilizado. Estaba en el suelo con dos pilares, los pilares se tienen que apoyar siempre a un lugar concreto para su aguante. En este espacio abrimos las puertas y las ventanas e hicimos el restaurante, bar y comedor, que no existía.
¿Qué piensas de los grafitis y murales que se hacen en los edificios?
Hay algunos que me gustan y otros que no… Por ejemplo, para el que estamos viendo aquí, estas firmas “asins” me parecen poco relevantes, ¿no? Es como una manera de reafirmar a la persona frente a algo raro… algo personal. Por eso creo que es como una firma y que toda la ciudad está llena. Ahora, cuando el graffitero hace una cosa que está más documentada, más pensada y más reflexionada pues no me parece mal. De hecho, hay un mundo de artistas que han sido graffiteros.