EL TERRENO DE JUEGO DE LA ARQUITECTURA ES EL ÁMBITO DE LAS IDEAS, NO EL DE LAS IDEOLOGÍAS | TONI CASAMOR
Ho escric en castellà perquè tothom ho entengui:
Pedir a Vox que se manifieste sobre arquitectura es como pedir a un espeleólogo que hable de aeronáutica; no se le supone ni conocimiento ni interés sobre el tema.
En su programa Vox utiliza la arquitectura para introducir parte de su ideología política.
A saber:
‘España es un conjunto de regiones; la Unión Europea está gobernada por burócratas y todo aquel que se interese por el cambio climático o la eficiencia energética es un fanático.
La única arquitectura valiosa es la tradicional construida en el pasado’
No merecería mucho la pena comentar estos disparates si no fuera porque no es usual que un partido político utilice la arquitectura como arma de defensa de su ideología.
El terreno de juego propio de la arquitectura es el ámbito de las ideas, no el de las ideologías. La ideología, sea cual sea, se torna dogmática i prejuiciosa. Las ideas pueden intercambiarse, discutirse, matizarse y mejorarse. Los dogmas solo admiten ser acatados. Las ideas mueven y hacen avanzar la arquitectura, el arte y la cultura. Las ideologías y sus dogmas las frenan.
Como arquitecto creo que no vale la pena decir mucho más sobre el tema, porque, en todo caso, estamos siguiéndole el juego a Vox, dándole tanta importancia a un exabrupto. Es evidente que no somos los arquitectos el tipo de personas al cual se dirige Vox. Nuestra opinión no les alterará en absoluto.
En cambio, como ciudadano creo que merece la pena resaltar que Vox está apelando a la ignorancia desde la misma ignorancia.
Vox se dirige a un segmento de población sin conocimientos previos de este tema. Introduce prejuicios e ideas confusas. Prejuicios porque asevera opiniones como si fueran certezas. Y confusos porque insulta a los rivales achacándoles características que les son propias. De ahí el contradictorio concepto de ‘fanatismo climático’ o la absurda acusación de ‘uniformar nuestras ciudades’.
Son fanáticos los que niegan la evidencia (por ejemplo, del cambio climático) y son ‘uniformadores’ aquellos que niegan identidades que no son las propias.
Como arquitecto no me siento ofendido; la arquitectura navega muy por encima del nivel del programa electoral de Vox.
En cambio, como ciudadano sí, me ofende que se apremie a gobernar un partido que se nutre y celebra su propia ignorancia. Ya sabemos que ello conduce irremediablemente a la intolerancia.
Toni Casamor, arquitecto
Julio 2023