Seis profesionales innovadores son los finalistas para la sede de HelsinkiSeis profesionales innovadores son los finalistas para la sede de Helsinki
Publicado el martes, 2 de Diciembre de 2014 en LA VANGUARDIA
De las estrellas de la arquitectura a los investigadores de la arquitectura. Del museo espectacular característico del último tramo del siglo XX a un modelo experimental que redefina las funciones y sinergias urbanas de este tipo de equipamientos culturales en el siglo XXI. Ese es el cambio de criterio que se desprende de la lista de seis arquitectos elegidos como finalistas del concurso para la construcción del futuro Guggenheim de Helsinki, recién desvelada: sus proyectos se preocupan por el espacio público, la relación con la ciudad, el aprovechamiento de loexistente y los criterios sociales.
La Fundación Solomon R. Guggenheimse ha distinguido históricamente por proponer edificios de gran impacto icónico (véase recuadro adjunto). Empezando por su sede neoyorquina de la Quinta Avenida, obra de Frank Lloyd Wright terminada en 1959. Siguiendo por el Guggenheim de Bilbao diseñado por Frank Gehry. Y coronando la carrera con el Guggenheim de Abu Dabi, también de Gehry, un museo de dimensiones descomunales, acordes con el poderío económico de los emiratos, aún en obras.
Ahora, sin embargo, la idea es otra. Según Mark Wigley, presidente del jurado que ha estudiado las 1.715 propuestas presentadas (en un concurso arquitectónico con participación récord), “los seis proyectos seleccionados son muy diversos, pero todos tienen por objeto expandir el concepto de museo”.
“Nos hemos interesado –añade Wigley, decano de arquitectura en la Universidad de Columbia- por las propuestas que iban más allá, en positivo, de lo que pedíamos. Buscábamos proyectos renovadores, con gran potencial de diseño a desarrollar durante la segunda fase del concurso.”
Por su parte, Richard Armstrong, director de la Fundación Solomon R. Guggenheim, precisa que “fundir la experiencia del arte contemporáneo con la arquitectura transformadora forma parte de nuestro compromiso desde los viejos tiempos del Museo de Pintura No Objetiva, y lohemos mantenido hasta plasmarlo en la estructura de fibra de carbono recientemente diseñada por Atelier Bow-Wow para el Laboratorio BMVGuggenheim”. Pero, al tiempo, admite que “con este concurso, que es el primero abierto que convocamos, queríamos atraer a arquitectos veteranos y emergentes para que participaran en un diálogo global sobre el papel del museo en el siglo XXI y el futuro del diseño de museos”.
Entre los 1.715 proyectos presentados, procedentes de 77 países (EE.UU., Italia o Finlandia son los que tienen más entradas), hay de todo, incluidos algunos de inequívoca vocación icónica, con forma de patata, de platillo volante o de docena de huevos. Pese a que a todos ellos se les pidió un proyecto “que aportara un nuevo modelo dentro de la constelación global Guggenheim, un museo del futuro con una aproximación multidisciplinar a nuevas audiencias.”
Los seis proyectos finalistas corresponden a otros tantos equipos, dos de ellos encabezados por arquitectos españoles. La lista está integrada por AGPS Architecture (Zurich / Los Ángeles), Asif Khan Ltd. (Londres), Fake Industries Architectural Agonism (con sede en Nueva York, Barcelona y Sydney, y dirigido por Urtzi Grau y Cristina Goberna), Haas Cook Zemmirch Studio 2050 (Stuttgart), Moreau Kusuoki Architects (París) y SMAR Architecture Studio (con base en Madrid y en Australia, dirigido por Fernando Jerez y Belén Pérez de Juan). Uno de estos concursantes explica, en sintonía con los nuevos postulados de la Guggenheim, que ha preparado un proyecto “a tono con Helsinki, que es una ciudad de interiores por razón del clima; siguiendo una idea de contextualismo radical proponemos un nuevo museo con un nuevo repertorio de climas interiores, en cuya gestión se impliquen los ciudadanos”.
El fallo definitivo del concurso para el Guggenheim Helsinki, que debe situarse en el South Harbour de dicha ciudad, está previsto para el mes de junio del 2015. El presupuesto de la obra es de 130 millones de dólares.
El proyecto, iniciado en el 2011, del Guggenheim Helsinki no ha estado exento de polémica. Una primera propuesta de la fundación fue rechazada en el 2012 por la capital finlandesa. De hecho, la luz verde final está condicionada a la valoración del proyecto vencedor. Esta contestación al proyecto se ha manifestado, también, con la convocatoria de un concurso alternativo, The Next Helsinki. Sus impulsores recelan de anteriores operaciones de la Fundación Guggenheim y han pedido a arquitectos de todo el mundo que aporten ideas para lograr un Helsinki “más accesible, equitativo, sostenible y hermoso”.
Foto portada extraida de LA VANGUARDIA
Publicado el martes, 2 de Diciembre de 2014 en LA VANGUARDIA
De las estrellas de la arquitectura a los investigadores de la arquitectura. Del museo espectacular característico del último tramo del siglo XX a un modelo experimental que redefina las funciones y sinergias urbanas de este tipo de equipamientos culturales en el siglo XXI. Ese es el cambio de criterio que se desprende de la lista de seis arquitectos elegidos como finalistas del concurso para la construcción del futuro Guggenheim de Helsinki, recién desvelada: sus proyectos se preocupan por el espacio público, la relación con la ciudad, el aprovechamiento de loexistente y los criterios sociales.
La Fundación Solomon R. Guggenheimse ha distinguido históricamente por proponer edificios de gran impacto icónico (véase recuadro adjunto). Empezando por su sede neoyorquina de la Quinta Avenida, obra de Frank Lloyd Wright terminada en 1959. Siguiendo por el Guggenheim de Bilbao diseñado por Frank Gehry. Y coronando la carrera con el Guggenheim de Abu Dabi, también de Gehry, un museo de dimensiones descomunales, acordes con el poderío económico de los emiratos, aún en obras.
Ahora, sin embargo, la idea es otra. Según Mark Wigley, presidente del jurado que ha estudiado las 1.715 propuestas presentadas (en un concurso arquitectónico con participación récord), “los seis proyectos seleccionados son muy diversos, pero todos tienen por objeto expandir el concepto de museo”.
“Nos hemos interesado –añade Wigley, decano de arquitectura en la Universidad de Columbia- por las propuestas que iban más allá, en positivo, de lo que pedíamos. Buscábamos proyectos renovadores, con gran potencial de diseño a desarrollar durante la segunda fase del concurso.”
Por su parte, Richard Armstrong, director de la Fundación Solomon R. Guggenheim, precisa que “fundir la experiencia del arte contemporáneo con la arquitectura transformadora forma parte de nuestro compromiso desde los viejos tiempos del Museo de Pintura No Objetiva, y lohemos mantenido hasta plasmarlo en la estructura de fibra de carbono recientemente diseñada por Atelier Bow-Wow para el Laboratorio BMVGuggenheim”. Pero, al tiempo, admite que “con este concurso, que es el primero abierto que convocamos, queríamos atraer a arquitectos veteranos y emergentes para que participaran en un diálogo global sobre el papel del museo en el siglo XXI y el futuro del diseño de museos”.
Entre los 1.715 proyectos presentados, procedentes de 77 países (EE.UU., Italia o Finlandia son los que tienen más entradas), hay de todo, incluidos algunos de inequívoca vocación icónica, con forma de patata, de platillo volante o de docena de huevos. Pese a que a todos ellos se les pidió un proyecto “que aportara un nuevo modelo dentro de la constelación global Guggenheim, un museo del futuro con una aproximación multidisciplinar a nuevas audiencias.”
Los seis proyectos finalistas corresponden a otros tantos equipos, dos de ellos encabezados por arquitectos españoles. La lista está integrada por AGPS Architecture (Zurich / Los Ángeles), Asif Khan Ltd. (Londres), Fake Industries Architectural Agonism (con sede en Nueva York, Barcelona y Sydney, y dirigido por Urtzi Grau y Cristina Goberna), Haas Cook Zemmirch Studio 2050 (Stuttgart), Moreau Kusuoki Architects (París) y SMAR Architecture Studio (con base en Madrid y en Australia, dirigido por Fernando Jerez y Belén Pérez de Juan). Uno de estos concursantes explica, en sintonía con los nuevos postulados de la Guggenheim, que ha preparado un proyecto “a tono con Helsinki, que es una ciudad de interiores por razón del clima; siguiendo una idea de contextualismo radical proponemos un nuevo museo con un nuevo repertorio de climas interiores, en cuya gestión se impliquen los ciudadanos”.
El fallo definitivo del concurso para el Guggenheim Helsinki, que debe situarse en el South Harbour de dicha ciudad, está previsto para el mes de junio del 2015. El presupuesto de la obra es de 130 millones de dólares.
El proyecto, iniciado en el 2011, del Guggenheim Helsinki no ha estado exento de polémica. Una primera propuesta de la fundación fue rechazada en el 2012 por la capital finlandesa. De hecho, la luz verde final está condicionada a la valoración del proyecto vencedor. Esta contestación al proyecto se ha manifestado, también, con la convocatoria de un concurso alternativo, The Next Helsinki. Sus impulsores recelan de anteriores operaciones de la Fundación Guggenheim y han pedido a arquitectos de todo el mundo que aporten ideas para lograr un Helsinki “más accesible, equitativo, sostenible y hermoso”.