Publicat el 11 d’abirl del 2014 al diari Expansión
El autor del Guggenheim de Bilbao presenta sus viviendas junto a la estación de Battersea, pero le achacan que son para ricos extranjerosPublicado el 11 de abirl de 2014 en la Expansión
El autor del Guggenheim de Bilbao presenta sus viviendas junto a la estación de Battersea, pero le achacan que son para ricos extranjeros
Frank Gehry, el arquitecto canadiense famoso por obras como el museo Guggenheim de Bilbao, acaba de presentar su primer proyecto en Londres envuelto en la polémica.
El arquitecto, de 85 años, será quien firme cerca de 700 viviendas junto a Battersea Power Station, la antigua estación eléctrica junto al río, convertida en el corazón de un nuevo barrio para la ciudad. Sin embargo, el proyecto ha dividido a la opinión pública en Reino Unido.
A Gehry se le critica por hacer sólo casas para ricos, en lugar de ofrecer un porcentaje de viviendas “sociales” como suele hacerse en Reino Unido en cualquier proyecto inmobiliario de envergadura. Estas viviendas asequibles se destinan a organizaciones que después las alquilan a bajo precio a familias que las necesitan.
El precio de los apartamentos de la promoción de Gehry no se ha dado a conocer todavía, pero se considera que estará en el rango de otras viviendas de lujo que se construirán dentro de la propia estación eléctrica. Una vivienda de dos habitaciones dentro del histórico edificio –famoso por haber sido la portada de uno de los discos de Pink Floyd– costará más de 1,5 millones de libras, cerca dos millones de euros.
La defensa de Gehry
Gehry se ha intentado defender de las acusaciones diciendo que él no es quien para decir a los promotores del proyecto el precio al que deben marcar las casas. Pero muchos le recuerdan su promesa de “crear entornos humanísticos en los que vivir y sentirse bien”.
El organismo encargado del desarrollo de todo el proyecto inmobiliario de Battersea explica que ha acordado con las autoridades locales que el 15% de las 3.400 viviendas que van a construirse en total en todo el complejo tendrán un precio asequible. De ellas, 1.300 forman parte de la llamada tercera fase, diseñada por Gehry y su colega británico Norman Foster.
El proyecto de Frank Gehry parece haberse quedado fuera de este cupo de viviendas sociales, ya que todos sus apartamentos saldrán a precio de mercado. Por el contrario, elproyecto del arquitecto Norman Foster, que construirá 600 casas de la tercera fase, contará con 103 viviendas baratas. “Como arquitecto tengo una responsabilidad social y hago muchas cosas de forma altruista”, explicó Gehry, citando el Centro Maggie, dedicado al cuidado de enfermos de cáncer en la ciudad de Dundee (Escocia). “Pero yo no puedo pedir aquí que haya viviendas baratas”.
En Reino Unido, la ley obliga a destinar hasta un 25% de las viviendas a casas sociales, aunque en el caso del proyecto de Battersea el porcentaje es menor, ya que la empresa encargada del desarrollo ha tenido que participar en la construcción de la línea de metro que dará servicio a este nuevo barrio.
La mala acogida que en algunos círculos ha tenido la promoción de Gehry se debe a que los británicos ven con alarma la fuerte subida de precios que viven las casas en Londres. La culpa, dicen, es de los millonarios extranjeros que ven la capital británica como uno de los pocos lugares del mundo donde depositar su dinero en tiempos convulsos.
La consecuencia es que los precios suben –un 11% en 2013– y que las constructoras tienden a construir viviendas de lujo, en lugar de casas donde la gente normal pueda vivir, porque saben que las van a vender con facilidad. “Se debería prohibir comprar a extranjeros en este tipo de desarrollos”, comentaba un lector hace unos días en la página web del diario The Guardian.
Gehry construirá cinco edificios, en el que el protagonista será una torre central en forma de flor. El proyecto llevará su sello personal, al tener una fachada de metal, posiblemente de titanio, como ya ha hecho en otros proyectos anteriores. Foster, por su parte, ha diseñado un edificio llamado The Skyline, de formas ondulantes que seguirá paralelo a un gran bulevar, que separará ambos edificios.
La tercera fase de Battersea cuenta también con un centro de salud, un hotel y zona comercial.
Frank Gehry, el arquitecto canadiense famoso por obras como el museo Guggenheim de Bilbao, acaba de presentar su primer proyecto en Londres envuelto en la polémica.
El arquitecto, de 85 años, será quien firme cerca de 700 viviendas junto a Battersea Power Station, la antigua estación eléctrica junto al río, convertida en el corazón de un nuevo barrio para la ciudad. Sin embargo, el proyecto ha dividido a la opinión pública en Reino Unido.
A Gehry se le critica por hacer sólo casas para ricos, en lugar de ofrecer un porcentaje de viviendas “sociales” como suele hacerse en Reino Unido en cualquier proyecto inmobiliario de envergadura. Estas viviendas asequibles se destinan a organizaciones que después las alquilan a bajo precio a familias que las necesitan.
El precio de los apartamentos de la promoción de Gehry no se ha dado a conocer todavía, pero se considera que estará en el rango de otras viviendas de lujo que se construirán dentro de la propia estación eléctrica. Una vivienda de dos habitaciones dentro del histórico edificio –famoso por haber sido la portada de uno de los discos de Pink Floyd– costará más de 1,5 millones de libras, cerca dos millones de euros.
La defensa de Gehry
Gehry se ha intentado defender de las acusaciones diciendo que él no es quien para decir a los promotores del proyecto el precio al que deben marcar las casas. Pero muchos le recuerdan su promesa de “crear entornos humanísticos en los que vivir y sentirse bien”.
El organismo encargado del desarrollo de todo el proyecto inmobiliario de Battersea explica que ha acordado con las autoridades locales que el 15% de las 3.400 viviendas que van a construirse en total en todo el complejo tendrán un precio asequible. De ellas, 1.300 forman parte de la llamada tercera fase, diseñada por Gehry y su colega británico Norman Foster.
El proyecto de Frank Gehry parece haberse quedado fuera de este cupo de viviendas sociales, ya que todos sus apartamentos saldrán a precio de mercado. Por el contrario, elproyecto del arquitecto Norman Foster, que construirá 600 casas de la tercera fase, contará con 103 viviendas baratas. “Como arquitecto tengo una responsabilidad social y hago muchas cosas de forma altruista”, explicó Gehry, citando el Centro Maggie, dedicado al cuidado de enfermos de cáncer en la ciudad de Dundee (Escocia). “Pero yo no puedo pedir aquí que haya viviendas baratas”.
En Reino Unido, la ley obliga a destinar hasta un 25% de las viviendas a casas sociales, aunque en el caso del proyecto de Battersea el porcentaje es menor, ya que la empresa encargada del desarrollo ha tenido que participar en la construcción de la línea de metro que dará servicio a este nuevo barrio.
La mala acogida que en algunos círculos ha tenido la promoción de Gehry se debe a que los británicos ven con alarma la fuerte subida de precios que viven las casas en Londres. La culpa, dicen, es de los millonarios extranjeros que ven la capital británica como uno de los pocos lugares del mundo donde depositar su dinero en tiempos convulsos.
La consecuencia es que los precios suben –un 11% en 2013– y que las constructoras tienden a construir viviendas de lujo, en lugar de casas donde la gente normal pueda vivir, porque saben que las van a vender con facilidad. “Se debería prohibir comprar a extranjeros en este tipo de desarrollos”, comentaba un lector hace unos días en la página web del diario The Guardian.
Gehry construirá cinco edificios, en el que el protagonista será una torre central en forma de flor. El proyecto llevará su sello personal, al tener una fachada de metal, posiblemente de titanio, como ya ha hecho en otros proyectos anteriores. Foster, por su parte, ha diseñado un edificio llamado The Skyline, de formas ondulantes que seguirá paralelo a un gran bulevar, que separará ambos edificios.
La tercera fase de Battersea cuenta también con un centro de salud, un hotel y zona comercial.