OPINIONS

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REFLEXIONES SOBRE LOS CONCURSOS | JOSEP MARIA GUTIÉRREZ NOGUERA

Hace unos días, un miembro de la Junta de Gobierno del COAC nos pidió que organizásemos una reunión para hablar de la situación de “los concursos” pues es un tema que le preocupa mucho.

Tal como nos pidió organizamos la reunión convocando a varios arquitectos de todas las edades que estuviesen interesados en el tema de los concursos, bien porque participan en ellos o bien porque han sido jurados. Así mismo invitamos al secretario técnico del COAC y al responsable de la oficina de concursos a que viniesen como mínimo de “oyentes” para que conociesen la opinión de los colegiados sobre el tema de “los concursos”.

Por diversas razones ningún miembro del COAC pudo asistir a la reunión.

De los temas que se debatieron en ese encuentro y en otra multitud de reuniones que AxA ha organizado sobre “los concursos”, he llegado a las siguientes conclusiones:

  1. Estoy convencido que todas las Administraciones quieren, defendiendo sus intereses obviamente, hacerlo bien. Pero a pesar de todas las buenas intenciones el resultado es un fracaso.

En efecto

  • Desde el punto de vista de la Arquitectura.

Hace un tiempo todas las Administraciones presumían de la buena arquitectura que realizaban. Los edificios públicos recibían premios de todo tipo, nacionales e internacionales, se montaban exposiciones, incluso en el extranjero, se publicaban en revistas especializadas o no, se montaban visitas. La arquitectura catalana pública era un ejemplo mundial.

Actualmente difícilmente una obra pública tiene un premio o se publica.

  • Desde el punto de vista de la Administración.

Los trámites para adjudicar un proyecto se eternizan.

Los presupuestos para realizar las obras son insuficientes para realizarlas correctamente, lo que obliga a realizar “apaños” administrativos para poder acabar las obras con cierta dignidad.

Las discusiones por temas económicos son continuas a lo largo del desarrollo de la obra.

Los acabados finales son de muy baja calidad lo que conlleva elevados gastos de mantenimiento y reparaciones.

El resultado final es decepcionante.

  • Desde el punto de vista de los Arquitectos.

Descapitalización gravísima de los despachos de arquitectos, lo que implica que los colaboradores, todos jóvenes, estén en una grave situación de precariedad.

Realización de un esfuerzo tremendo tanto en propuesta como en papeleo que no tiene ninguna compensación.

Sensación de que los concursos no son todo lo imparciales que deberían ser.

La realidad es que una baja económica prima sobre una buena propuesta de Arquitectura.

Cada administración tiene sus sistemas de valoración lo que crea inseguridad jurídica.

Exigencias de presentación totalmente desorbitadas.

2. El convencimiento que el único organismo que puede ayudar a mejorar “los concursos” es el COAC, siempre y cuando actúe con energía, es decir, como lobby que defienda de forma contundente la ARQUITECTURA y los arquitectos.

CONCLUSIONES

¿Cómo puede el COAC mejorar el tema de los concursos?

Es obvio que ningún arquitecto de forma individual podrá conseguir que mejoren los concursos. Podrá, mediante sucesivas impugnaciones y registros incomodar o incluso retrasar la tramitación de un concurso, algo que evidentemente molestará a los políticos que dirijan esa administración, pero no conseguirá nada y puede pasar que lo incluyan en una lista negra.

En cambio, desde el COAC se pueden mejorar con facilidad las condiciones de los concursos, siempre que lo considere una prioridad y ponga los medios necesarios.

Después de las múltiples reuniones y reflexiones sobre “los concursos” creo necesario que:

1 – Crear en la página web del COAC un apartado que informe o, mejor dicho, que aconseje a los técnicos municipales cómo debe organizarse un concurso. Y ese apartado debe contener:

  • Metodología que facilite el cálculo de un presupuesto.
  • Información de cómo se calculan los honorarios técnicos de los proyectos, haciendo hincapié en que esos honorarios no sólo deben incluir los honorarios de los arquitectos, sino los honorarios de todos los técnicos (arquitectos o ingenieros especialistas en cálculo de estructuras e instalaciones, arquitectos técnicos, paisajistas, abogados, …)

Así mismo, debe explicarse que si el proyecto quiere alguna certificación especial (certificación energética A o NZeB) los honorarios deben incrementarse.

Si el proyecto se pide en BIM esto representa un incremento de los honorarios.

(Se me objetará que el COAC no puede aconsejar honorarios. El BOE del 27 de mayo de 2015 define las “las diversas tarifas generales aplicables por la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio SA”.  A partir de esta resolución del Ministerio de Hacienda pueden hacerse muchas cosas)

  • Facilitar bases de pliegos tanto administrativos como técnicos.
  • Informar a los técnicos municipales que hay administraciones que no aplican la baja (basándose en la Ley de Arquitectura) especialmente si es un proyecto integral. Esta información les ayudaría en sus discusiones con los secretarios e interventores municipales.

Informar a los técnicos municipales que las administraciones deben cumplir la Ley de Arquitectura Catalana y no aplicar la baja económica, especialmente si es un proyecto integral. Esta información les ayudaría en sus discusiones con los secretarios e interventores municipales. (Jo he entés això, és correcte?)

  • Proponer soluciones para que a un concurso se presente un número razonable de concursantes. Los costes que representa la participación masiva son unos costes que ni los arquitectos ni la sociedad se pueden permitir. (En el último concurso que actué como jurado se presentaron 50 equipos de arquitectos que trabajaron más de 8.000 horas con un valor aproximado de 500.000€)
  • Aconsejar que los concursos de dos vueltas deberían ser la primera vuelta mediante CV que demostrase la capacidad de poder realizar el proyecto que se pide, y la segunda con propuesta dibujada.

(Mi experiencia como jurado es que la diferencia entre la primera fase y la segunda es mínima)

  • Limitar la documentación de proyecto a presentar a, como mucho, dos láminas A3 o A2 según proyecto, excepto en casos excepcionales.
  • Informar a los técnicos municipales que la segunda fase de los concursos se debe remunerar como un estudio previo. No podemos devaluar el trabajo del arquitecto exigiendo una propuesta a nivel de estudio previo  o incluso de anteproyecto, y pagarle 1.500€. Nadie entiende cómo se pueden proponer ideas de forma casi gratuita.
  • En el supuesto que la baja de honorarios deba tenerse en cuenta, proponer la media aritmética como la mejor baja y en consecuencia la más puntuada, descartando la propuesta más alta y la más baja.
  • Explicar que cuanto más sostenible se quiere hacer un edificio, más elevado es el presupuesto de la obra, y así, si valoran las medidas de sostenibilidad deben incluirse en el presupuesto. Proponer viviendas sociales con presupuestos cercanos a 950€/m2 y exigir y valorar que tengan medidas de sostenibilidad superiores a las que exige la normativa no tiene sentido. Tampoco tiene sentido valorar la incorporación en la fase de concurso de todos los sistemas de sostenibilidad, pero mantener un presupuesto de ejecución ridículo.
  • El COAC debe facilitar unos modelos de bases administrativas y técnicas sin contrapartidas económicas ya que esto beneficia claramente a los colegiados. Si después las administraciones quieren unas bases especiales evidentemente deben facturarse. Pero no deben de ser una fuente de ingresos del COAC.
  • Las bases del concurso deben indicar muy claramente que valorará el jurado y que no. Si no van a valorar las fachadas debe decirse, si los sistemas de sostenibilidad no tienen un presupuesto adecuado no deben valorarse, etc..
  • La documentación administrativa sólo debe pedirse a quien gane el concurso.
  • Plantear alguna solución para solventar los errores informáticos en el momento de la presentación.

2 – Informar a los técnicos municipales, secretarios e interventores de la existencia de esta información en la página web del COAC.

Esta información debe de ser dirigida sistemáticamente a los ayuntamientos para informarles de cómo puede colaborar el COAC en la redacción de las bases de los concursos.

3 – Impugnar sistemáticamente todo concurso que no sólo no se ajuste a la legalidad vigente, sino cuando el presupuesto de las obras no tenga sentido o cuando los honorarios técnicos no sean los correctos.

A la Administración le preocupa mucho que se le impugnen los procedimientos de los concursos, pues retrasa el aprovechamiento político que se puede realizar a partir de una adjudicación y más aun de una posible inauguración.

El COAC debe aprovechar esta circunstancia para mejorar los concursos.

Se desconoce el número de arquitectos que conforman el colectivo de profesionales que se presenta sistemáticamente a concursos. En un cálculo que se hizo hace ya algún tiempo se pensaba que había alrededor de 350 equipos de arquitectos y que en total habría algo menos de 1.000 arquitectos que conformaban ese colectivo.

A todos ellos, el COAC los debe apoyar, no sólo porque son sus colegiados, sino también porque son los que realizan la mejor obra pública de Catalunya, algo de lo que al menos hace un tiempo todo el mundo presumía.

Jose M Gutierrez Noguera, Secretario de AxA

Julio 2021