El calor este verano vuelve a superar la media de los últimos 50 años, muestra del cambio climático que hemos ocasionado a través de nuestras acciones individuales o colectivas, por desconocimiento o incivismo.
Para paliar estas olas de calor sin recurrir a soluciones energéticas costosas y no sostenibles, podemos abrir las ventanas dejando semi bajadas las persianas, impidiendo que el sol entre en nuestras casas calentándolas y así
generar una ventilación que mejora la sensación térmica interior.
A veces los intereses de entidades, como el Barça, están por encima del de las personas que viven en su entorno. Una vez acabada la temporada futbolística han iniciado la demolición del estadio, aprovechando el periodo
vacacional para incidir lo mínimo en los intereses de los socios del Club, pero la cantidad de polvo que genera la demolición obliga a los vecinos a cerrar las ventanas y pasar calor, o abrirlas llenándose la casa de ingentes cantidades
de polvo que respiramos, con sus implicaciones negativas en nuestra salud.
El Ayuntamiento, preocupado por la polución que deteriora la salud, debió reflexionar sobre las consecuencias del derribo en época estival, y condicionar la licencia a realizarla en otra estación, paliando la polución acústica y de
salud que estamos sufriendo los vecinos de Les Corts.
Gerardo García-Ventosa, Arquitecto (AxA)