Publicado el jueves, 22 de mayo del 2014, en El País
El MNAC prefiere integrar la arquitectura en su colecciónPublicado el jueves, 22 de mayo del 2014, en El País
El MNAC prefiere integrar la arquitectura en su colección
No se le esperaba, pero acabó siendo el protagonista. Durante la rueda de prensa para anunciar la participación de la Fundación Mies Van der Rohe en la Bienal de Venecia, Antoni Vives, concejal de Habitat Urbà —antiguo Urbanismo—, desveló el secreto mejor guardado de la política museística de la Generalitat: uno de los pabellones situados en Montjuïc y ocupados hasta ahora por Fira de Barcelona acogerá “el nuevo Museo Nacional de Arquitectura de Cataluña en el que se explicará la arquitectura catalana de los últimos 75 años”.
Sin precisar si se ubicará en el pabellón de Victoria Eugenia o el de Alfonso XIII, edificios construidos en 1923 por Josep Puig i Cadafalch a los pies del Palau Nacional que acoge el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y junto a la famosa fuente mágica de colores; y si ocupará todos o parte de los 13.000 metros de cada pabellón, el edil explicó que ya está acabado el anteproyecto del nuevo museo en el que también está previsto exponer parte de las 230 maquetas y de los 2.500 proyectos que conserva la fundación Mies van der Rohe.
El nuevo museo será, según Vives, uno de los polos fundamentales en la “nueva Explanada de los Museos que convertirá Barcelona y Cataluña en un referente museístico y cultural”.
Que los dos pabellones modernistas han de jugar un papel fundamental en esta nueva zona cultural lo demuestran los distintos usos que se han barajado desde que se conoció que dejarían de estar vinculados a la Fira para pasar bajo la órbita del MNAC. Desde acoger las exposiciones temporales de este museo; instalar su impresionante colección de arte modernista y en especial la obra de Antoni Gaudí, que aumentaría sin duda el número de visitantes; exponer la colección de fotografía, hasta crear un nuevo museo para exponer las obras de arte catalán cedidas por Carmen Thyssen. Hasta ayer nadie había ratificado un uso definitivo.
Josep Lluís Mateo ha sido el arquitecto encargado de redactar la ordenación urbanística de esta zona de la montaña y realizar un diagnóstico de los edificios y determinar su uso en un futuro.
Junto a la creación del nuevo Museo Nacional de Historia, fruto de la unión de tres centros, el otro gran objetivo de la legislatura del consejero de Cultura Ferran Mascarell es la de crear el Museo Nacional de Arquitectura y Urbanismo. Lo ha manifestado en público en varias ocasiones asegurando, incluso, “que corre prisa”. En esa línea está trabajando su departamento. En diciembre presentó a los grupos parlamentarios el documento de trabajo del Acuerdo Nacional para la Cultura, con la intención de debatirlo y aprobarlo. El texto, dentro del Plan de Museos, incluye la creación de un Centro Nacional de Fotografía, además de este nuevo museo de la arquitectura.
Sin embargo, la Junta de Museos, el órgano que supervisa la política museística catalana y ha de aprobar la creación o reforma de cualquier centro, no ha sido todavía informada.
Ayer, fuentes del departamento no quisieron confirmar el anuncio de la ubicación de Vives, pero si que el compromiso asumido por Mascarell es que el “proyecto definitivo del Museo de Arquitectura esté terminado a finales de año”.
Con todo, la idea de crear un nuevo museo de arquitectura choca con los planes anunciados por el MNAC en su Plan Estratégico presentado en julio de 2013. Según explicó su directo Pepe Serra, la idea es potenciar disciplinas artísticas como la fotografía o la misma arquitectura, pero ésta no pasa por la de seguir compartimentando el arte, ni crear un nuevo centro. La filosofía defendida por Serra desde su nombramiento ha sido la de integrar todas las disciplinas en la presentación de la colección. Desde el museo, se aseguró ayer que ese es el proyecto en el que se está trabajado.
Preguntada la consejería por la duplicidad de discursos desde el MNAC y la Consejería, se quitó hierro al asunto: “Desde Cultura no se hará nada que vaya en contra de los intereses del MNAC”.
Foto: El pabellón de Alfonso XIII, a la izquierda, y Victoria Eugenia, situados a la falda del MNAC
No se le esperaba, pero acabó siendo el protagonista. Durante la rueda de prensa para anunciar la participación de la Fundación Mies Van der Rohe en la Bienal de Venecia, Antoni Vives, concejal de Habitat Urbà —antiguo Urbanismo—, desveló el secreto mejor guardado de la política museística de la Generalitat: uno de los pabellones situados en Montjuïc y ocupados hasta ahora por Fira de Barcelona acogerá “el nuevo Museo Nacional de Arquitectura de Cataluña en el que se explicará la arquitectura catalana de los últimos 75 años”.
Sin precisar si se ubicará en el pabellón de Victoria Eugenia o el de Alfonso XIII, edificios construidos en 1923 por Josep Puig i Cadafalch a los pies del Palau Nacional que acoge el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y junto a la famosa fuente mágica de colores; y si ocupará todos o parte de los 13.000 metros de cada pabellón, el edil explicó que ya está acabado el anteproyecto del nuevo museo en el que también está previsto exponer parte de las 230 maquetas y de los 2.500 proyectos que conserva la fundación Mies van der Rohe.
El nuevo museo será, según Vives, uno de los polos fundamentales en la “nueva Explanada de los Museos que convertirá Barcelona y Cataluña en un referente museístico y cultural”.
Que los dos pabellones modernistas han de jugar un papel fundamental en esta nueva zona cultural lo demuestran los distintos usos que se han barajado desde que se conoció que dejarían de estar vinculados a la Fira para pasar bajo la órbita del MNAC. Desde acoger las exposiciones temporales de este museo; instalar su impresionante colección de arte modernista y en especial la obra de Antoni Gaudí, que aumentaría sin duda el número de visitantes; exponer la colección de fotografía, hasta crear un nuevo museo para exponer las obras de arte catalán cedidas por Carmen Thyssen. Hasta ayer nadie había ratificado un uso definitivo.
Josep Lluís Mateo ha sido el arquitecto encargado de redactar la ordenación urbanística de esta zona de la montaña y realizar un diagnóstico de los edificios y determinar su uso en un futuro.
Junto a la creación del nuevo Museo Nacional de Historia, fruto de la unión de tres centros, el otro gran objetivo de la legislatura del consejero de Cultura Ferran Mascarell es la de crear el Museo Nacional de Arquitectura y Urbanismo. Lo ha manifestado en público en varias ocasiones asegurando, incluso, “que corre prisa”. En esa línea está trabajando su departamento. En diciembre presentó a los grupos parlamentarios el documento de trabajo del Acuerdo Nacional para la Cultura, con la intención de debatirlo y aprobarlo. El texto, dentro del Plan de Museos, incluye la creación de un Centro Nacional de Fotografía, además de este nuevo museo de la arquitectura.
Sin embargo, la Junta de Museos, el órgano que supervisa la política museística catalana y ha de aprobar la creación o reforma de cualquier centro, no ha sido todavía informada.
Ayer, fuentes del departamento no quisieron confirmar el anuncio de la ubicación de Vives, pero si que el compromiso asumido por Mascarell es que el “proyecto definitivo del Museo de Arquitectura esté terminado a finales de año”.
Con todo, la idea de crear un nuevo museo de arquitectura choca con los planes anunciados por el MNAC en su Plan Estratégico presentado en julio de 2013. Según explicó su directo Pepe Serra, la idea es potenciar disciplinas artísticas como la fotografía o la misma arquitectura, pero ésta no pasa por la de seguir compartimentando el arte, ni crear un nuevo centro. La filosofía defendida por Serra desde su nombramiento ha sido la de integrar todas las disciplinas en la presentación de la colección. Desde el museo, se aseguró ayer que ese es el proyecto en el que se está trabajado.
Preguntada la consejería por la duplicidad de discursos desde el MNAC y la Consejería, se quitó hierro al asunto: “Desde Cultura no se hará nada que vaya en contra de los intereses del MNAC”.