Ripoll-Tizón apuestan desde Castelló y Palma de Mallorca por los proyectos de obra pública para desarrollar programas variadosRipoll-Tizón apuestan desde Castelló y Palma de Mallorca por los proyectos de obra pública para desarrollar programas variados
Publicado el miércoles, 10 de Diciembre de 2014 en LA VANGUARDIA
ALICIA GUERRERO YESTE | Tras un periodo de formación en el despacho de Carme Pinós, Pep Ripoll y Juan Miguel Tizón decidieron establecerse en el 2002 como equipo (www.ripolltizon.com). La ubicación de sus dos oficinas, una en Castelló y otra en Palma de Mallorca, indican la localización geográfica de su obra construida. Un repaso a la lista de sus proyectos participantes en concursos da a entender su interés en ampliar este margen,yhacerlo manteniendo el mismo carácter y escala de estudio desde el que están trabajando en la actualidad: a lamanera de “un taller donde se controla y se mima el trabajo que se realiza”.
Frente a las consecuencias de las lecciones y desengaños que para muchos ha supuesto la crisis, la actitud de este equipo afirma una posibilidad de optimismo ante la incertidumbre. Ripoll Tizón parecen haber preferido crecer hacia dentro: en el conocimiento, la capacidad, la madurez en el hacer, en una auténtica comprensión de la arquitectura como servicio a la sociedad para mejorar el entorno y la vida de la sociedad. Arquitectura cuyas cualidades no son de superficie sino esencialmente de fondo.
Las descripciones que Ripoll-Tizón elaboran de sus edificios reflejan una aproximación muy rigurosa en la que se priorizan dos aspectos concretos: cómo planear la relación del edificio en su contexto y la articulación programática. “Damos importancia a la relación con el entorno, los flujos, las circulaciones, los espacios de relación, la claridad en la organización de los programas, la funcionalidad”. explican. Sus edificios reflejan una particular capacidad para sintetizar esta búsqueda de soluciones pragmáticas con una atención a la introducción de elementos que, concebidos desde esa dimensión ligada a entorno-programa-uso, aportan un valor estético que se manifiesta sin estridencias; dotando cuidadosamente al edificio de un rasgo de singularidad específico y, sobre todo, coherente.
La introducción de una ruta de colores en zigzag organizando los espacios interiores y exteriores y aportando un elemento que recalca el cromatismo natural del entorno (zona límite entre área urbana y campo) en el CEI Bartomeu Ordines Ordines es ejemplo de cómo estos arquitectos resuelven con soluciones claras planteamientos de ubicación y definición complejos.
Comprenden la vertiente pública y privada de los edificios como territorios que ofrecen un potencial distinto pero complementario para el arquitecto: “Desde el principio sentimos la necesidad de participar en concursos de ideas, entendiendo que eran la vía para desarrollar programas variados y alternativos a la vivienda privada. Esa víanos ha permitido poder trabajar con planteamientos que a un cliente privado le cuesta asumir. Es cierto que para los proyectos públicos existe un presupuesto limitado, pero nos gusta pensar que los presupuestos ajustados nos resultan más una oportunidad que un lastre que limita”.
El hincapié efectuado en la ordenación volumétrica del CEIP Binissalem ejemplifica su compromiso con una arquitectura respetuosa con su entorno y vinculada a este, aquí en diálogo con estructuras antiguas de pequeña escala y una zona de equipamientos deportivos; sin perder la oportunidad de experimentar con una doble articulación de las percepciones visuales para el edificio y de reformular la disposición convencional del área de recreo. Asumir la norma y jugar con las reglas establecidas para obtener resultados a favor del proyecto es una de las decisiones implicadas en la definición de las viviendas sociales en Pere Garau y los mecanismos de relación de esta con su contexto, marcados a través de huecos realizados en el volumen. Los complejos de vivienda en Sa Pobla manifiestan de manera patente la importancia que para Ripoll-Tizón tienen las referencias de la tradición local, de nuevo reflejando su respeto hacia lo existente y la voluntad de ofrecer con sensibilidad arquitectura eficiente y de calidad para usuario y lugar como los más claros principios.
Foto portada extraida de LA VANGUARDIA | 18 viviendas en Pere Garau, Palama de Mallorca | © José Hevia
Publicado el miércoles, 10 de Diciembre de 2014 en LA VANGUARDIA
ALICIA GUERRERO YESTE | Tras un periodo de formación en el despacho de Carme Pinós, Pep Ripoll y Juan Miguel Tizón decidieron establecerse en el 2002 como equipo (www.ripolltizon.com). La ubicación de sus dos oficinas, una en Castelló y otra en Palma de Mallorca, indican la localización geográfica de su obra construida. Un repaso a la lista de sus proyectos participantes en concursos da a entender su interés en ampliar este margen,yhacerlo manteniendo el mismo carácter y escala de estudio desde el que están trabajando en la actualidad: a lamanera de “un taller donde se controla y se mima el trabajo que se realiza”.
Frente a las consecuencias de las lecciones y desengaños que para muchos ha supuesto la crisis, la actitud de este equipo afirma una posibilidad de optimismo ante la incertidumbre. Ripoll Tizón parecen haber preferido crecer hacia dentro: en el conocimiento, la capacidad, la madurez en el hacer, en una auténtica comprensión de la arquitectura como servicio a la sociedad para mejorar el entorno y la vida de la sociedad. Arquitectura cuyas cualidades no son de superficie sino esencialmente de fondo.
Las descripciones que Ripoll-Tizón elaboran de sus edificios reflejan una aproximación muy rigurosa en la que se priorizan dos aspectos concretos: cómo planear la relación del edificio en su contexto y la articulación programática. “Damos importancia a la relación con el entorno, los flujos, las circulaciones, los espacios de relación, la claridad en la organización de los programas, la funcionalidad”. explican. Sus edificios reflejan una particular capacidad para sintetizar esta búsqueda de soluciones pragmáticas con una atención a la introducción de elementos que, concebidos desde esa dimensión ligada a entorno-programa-uso, aportan un valor estético que se manifiesta sin estridencias; dotando cuidadosamente al edificio de un rasgo de singularidad específico y, sobre todo, coherente.
La introducción de una ruta de colores en zigzag organizando los espacios interiores y exteriores y aportando un elemento que recalca el cromatismo natural del entorno (zona límite entre área urbana y campo) en el CEI Bartomeu Ordines Ordines es ejemplo de cómo estos arquitectos resuelven con soluciones claras planteamientos de ubicación y definición complejos.
Comprenden la vertiente pública y privada de los edificios como territorios que ofrecen un potencial distinto pero complementario para el arquitecto: “Desde el principio sentimos la necesidad de participar en concursos de ideas, entendiendo que eran la vía para desarrollar programas variados y alternativos a la vivienda privada. Esa víanos ha permitido poder trabajar con planteamientos que a un cliente privado le cuesta asumir. Es cierto que para los proyectos públicos existe un presupuesto limitado, pero nos gusta pensar que los presupuestos ajustados nos resultan más una oportunidad que un lastre que limita”.
El hincapié efectuado en la ordenación volumétrica del CEIP Binissalem ejemplifica su compromiso con una arquitectura respetuosa con su entorno y vinculada a este, aquí en diálogo con estructuras antiguas de pequeña escala y una zona de equipamientos deportivos; sin perder la oportunidad de experimentar con una doble articulación de las percepciones visuales para el edificio y de reformular la disposición convencional del área de recreo. Asumir la norma y jugar con las reglas establecidas para obtener resultados a favor del proyecto es una de las decisiones implicadas en la definición de las viviendas sociales en Pere Garau y los mecanismos de relación de esta con su contexto, marcados a través de huecos realizados en el volumen. Los complejos de vivienda en Sa Pobla manifiestan de manera patente la importancia que para Ripoll-Tizón tienen las referencias de la tradición local, de nuevo reflejando su respeto hacia lo existente y la voluntad de ofrecer con sensibilidad arquitectura eficiente y de calidad para usuario y lugar como los más claros principios.
Foto portada extraida de LA VANGUARDIA | 18 viviendas en Pere Garau, Palama de Mallorca | © José Hevia