INSTITUTO ANDALUZ DEL PATRIMONIO HISTÓRICO. LA CARTUJA DE SEVILLA
1987 – 1995
La Cartuja de Santa María de las Cuevas, más allá de su consideración como edificio ha de entenderse como una pequeña ciudad encerrada en sus cercas, una ciudad análoga a la ciudad de Sevilla, al otro lado del Guadalquivir y sometida como ésta a un continuo proceso de modificación a lo largo de sus cinco siglos de existencia.
Tras la exclaustración de 1835 la Cartuja, ya en plena decadencia, pasa a manos del comerciante inglés Pickman instalando su afamada factoría de lozas. Poco a poco, hornos y chimeneas comienzan a emerger junto a campanarios y espadañas, entremezclando sus estructuras con las existentes, transformando la mayoría de las dependencias, colmatando sus intersticios y modificando, en definitiva, el sistema de relaciones entre las viejas construcciones y los espacios exteriores.
Aceptamos como base de partida la consideración del sector como agregación de piezas de distinta entidad y naturaleza, como una estructura compleja definida por su condición acumulativa y fragmentaria, producida tanto por el indiscriminado crecimiento de las instalaciones fabriles como por el resultado masivo de las demoliciones realizadas antes de nuestra intervención. La primeras etapas de la construcción del proyecto (que al igual que el desarrollo de las obras se fue redactando en fases sucesivas) se producen sin contar con un programa de usos. Serían los viejos edificios, o más bien sus restos, los que habrían de sugerir el camino a seguir, con el fin de proponer una arquitectura nueva que buscara sus fundamentos en la experiencia de lo existente.
Autores: Guillermo Vázquez Consuegra, arquitecto, Marcos Vázquez Consuegra y Carlos Vázquez Tatay, aparejadores
Colaboradores: Andrés López, Joaquín Amaya y Jorge Vázquez
Fotografías: Fernando Alda y Duccio Malagamba