Publicado el domingo, 29 de junio del 2014 en LA RAZON
El proyecto, con un coste de 2.200 millones, incluye un recinto para 40.000 personas y estaría terminado en 2020Publicado el domingo, 29 de junio del 2014 en LA RAZON
El proyecto, con un coste de 2.200 millones, incluye un recinto para 40.000 personas y estaría terminado en 2020
De referente del toreo a templo musulmán. Han pasado ya casi tres años desde que se lidió el último toro en La Monumental. Desde entonces sólo se ha podido ver algún espectáculo del Circo del Sol. Poco más. El coso es hoy una caricatura de lo que fue años atrás. Un espacio desaprovechado. Ahora se habla de cambiar su uso para transformarlo en la tercera mezquita más grande del mundo, tras la Meca y Medina. Pero, ¿es viable la construcción de una megamezquita en la Ciudad Condal? La Comunidad musulmana lleva más de una década reclamando un templo sagrado en Barcelona. «Todas las grandes ciudades españolas tienen mezquita, ¿por qué nosotros no?», se pregunta Mowafak Kanfach, presidente de la Federación Musulmana de Cataluña y director de la Casa del Libro Árabe.
El objetivo de Kanfach, desde que llegó proveniente de Siria hace más de treinta años, no es otro que el de poder tener una mezquita «en condiciones» en Barcelona. Ya lo intentaron los saudíes con la plaza de Las Arenas, pero las negociaciones fracasaron y hoy el antiguo coso es un centro comercial. «La intolerancia de las autoridades es insoportable. Amo Barcelona y he defendido esta tierra más que los propios catalanes, pero no me dejan integrarme», se quejó. Hace unos meses, harto de tener que rezar en locales que no cumplen los requisitos para ello, Kanfach envió una carta al emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, para que lo ayudara en su lucha por conseguir una mezquita en tierras catalanas. Con la carta adjuntó fotografías de las condiciones en las que tienen que rezar. La respuesta no se hizo esperar. El emir estuvo sopesando qué edificios libres de la Ciudad Condal podían servirle para su megaconstrucción, hasta que dio con La Monumental. Poco uso y unos propietarios con ganas de vender: negocio seguro.
Al Zani encargó a la sociedad empresarial alemana formada por KSP Engel, Zimmermann Architekten y Krebs und Kiefer International la maqueta de su proyecto faraónico. Esta sociedad también se ha encargado del proyecto de la mezquita de la Bahía de Argel (Argelia), que de no construirse la de Barcelona será la tercera más grande del mundo. Su presupuesto es menor que el de La Monumental, ya que ronda los 1.600 millones de euros. Según Kanfach, la propuesta qatarí se le hizo llegar tanto a la familia Balañá –propietaria del coso, así como de varios cines y teatros de la ciudad– como al Ayuntamiento de Barcelona. Aunque ambos han negado esta semana tener conocimiento alguno. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, lo desmintió en rueda de prensa, aunque confirmó la necesidad de tener un templo en la ciudad para la comunidad musulmana. Mientras, los Balañá hicieron lo propio en un corto comunicado. La realidad es que la oferta es apetecible para la familia Balañá, a quienes la Generalitat tan sólo les ha ofrecido una indemnización de 300.000 euros por no poder celebrar corridas.
Este periódico se puso en contacto con el consistorio, pero rehusaron hacer declaraciones para no contribuir a alimentar lo que para ellos es un bulo. Pero, ¿realmente ha habido algún acercamiento? «Tengo pruebas que lo confirman, tiempo al tiempo… Estamos cansados de que para patrocinar al Fútbol Club Barcelona si quieran nuestro dinero, pero cuando oyen hablar del islam ya se echan para atrás, porque dicen que es dinero sucio que proviene del terrorismo. Han llegado a decir que una mezquita en Barcelona sería un nido de radicales y no vamos a permitir que nos traten como terroristas», comentó molesto Kanfach.
Unos 2.200 millones de euros es la mareante cifra que el emir está dispuesto a destinar al proyecto. Los qataríes sueñan con un recinto de varios pisos, con capacidad para 40.000 personas, que incluiría un minarete de 300 metros de altura, un centro de estudios del Corán para 300 estudiantes, una sala de conferencias, un museo islámico, un centro de investigación sobre la historia de Al Ándalus, una sala de exposiciones, una biblioteca, una sala para la celebración de bodas, un restaurante y varios locales comerciales. «Además, queremos que en el exterior haya una pequeña iglesia y una sinagoga, porque creemos en la hermandad entre las distintas religiones», apuntó Kanfach. Todo un centro de peregrinación para el mundo islámico en Europa. Además, según Kanfach, su entrada será totalmente gratuita. El emir de Qatar quiere disfrutar de la mezquita en 2020. Así, en un momento complicado en lo que respecta al desempleo en nuestro país, ofrece 4.000 puestos de trabajo para la construcción de su proyecto faraónico. Además, «cuando la mezquita esté lista, emplearía a unas 300 personas», confirma Kanfach.
Sin embargo, esta megaconstrucción no es posible a menos que el Ayuntamiento barcelonés cambie su plan de urbanismo. En primer lugar, La Monumental está catalogada con el nivel «B» de protección, por lo que cualquier nuevo uso deberá respetar la fachada y la estructura central de la plaza, como se recoge en el Catálogo del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad, donde está calificada de «bien de interés local». Por otro lado, el minarete de 300 metros de altura tampoco es viable según el plan general actual. La torre más alta que se prevé tener en la ciudad es la de la Sagrada Familia (172 metros), cuando finalicen las obras. Y es que ésta ha sido tomada como referencia con el fin de no alterar el paisaje de la ciudad.
¿Por qué debe albergar un territorio no musulmán la tercera mezquita más grande del mundo? España se ha convertido en la tercera pata del islam y, la realidad, es que la expansión del fanatismo islámico preocupa a Interior, como ha manifestado esta misma semana el propio Jorge Fernández Díaz. «En España somos mayoría cristiana y no discriminamos a otras religiones. Por tanto, tienen el mismo derecho a tener un centro de culto que nosotros, pero esto no es recíproco», explica José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo. Además, Orella lo ejemplifica de esta manera: «Si el Vaticano decidiera construir una megaiglesia en un país musulmán, ¿nos dejarían? Por tanto, la idea de convertir La Monumental en una mezquita obedece a un acto de propaganda y no de libertad religiosa». Asimismo, el profesor de Historia Contemporánea apunta que «el mismo dinero con el que construirán esa mezquita los qataríes es el que emplean para proveer de armas a los radicales del Medio Oriente que matan a cristianos».
Todavía se está a la espera de la resolución del Tribunal Constitucional sobre la decisión del Parlamento de Cataluña de prohibir las corridas de toros, por la que el Partido Popular presentó un recurso de constitucionalidad hace más de tres años. El futuro de La Monumental parece incierto. Sólo la familia Balañá y el Ayuntamiento tienen la potestad para decidir si se deja finalmente de pedir la oreja en La Monumental para pedirle a Alá.
En busca del dinero de QatarEl Ayuntamiento de Barcelona aún no ha dado un paso al frente. Pero otro ayuntamiento de la provincia sí lo ha hecho. Mañana tendrá lugar una reunión entre representantes de la comunidad musulmana en Cataluña y el alcalde de una ciudad barcelonesa, de la que no ha trascendido el nombre, que se ha mostrado a favor de ceder un espacio para la ansiada mezquita, según fuentes consultadas por LA RAZÓN. De esta reunión saldrá una propuesta en firme rumbo a Qatar para que el emir tome una decisión. En concreto, el edil cedería 30.000 metros cuadrados de terreno a cambio de que construyan la mezquita en su ciudad. Los representantes de la comunidad musulmana con los que ha hablado este periódico ven con buenos ojos la oferta, puesto que no tienen preferencia por la ubicación siempre y cuando esté en un radio de 50 kilómetros del centro de la Ciudad Condal. Además, esto supondría una disminución del presupuesto, ya que con apenas 500 millones se podría llevar a cabo el proyecto. Asimismo, según ha podido saber este diario, el alcalde también ha pensado en hacer conexiones en transporte público de forma gratuita desde el centro de Barcelona hasta este lugar.
De referente del toreo a templo musulmán. Han pasado ya casi tres años desde que se lidió el último toro en La Monumental. Desde entonces sólo se ha podido ver algún espectáculo del Circo del Sol. Poco más. El coso es hoy una caricatura de lo que fue años atrás. Un espacio desaprovechado. Ahora se habla de cambiar su uso para transformarlo en la tercera mezquita más grande del mundo, tras la Meca y Medina. Pero, ¿es viable la construcción de una megamezquita en la Ciudad Condal? La Comunidad musulmana lleva más de una década reclamando un templo sagrado en Barcelona. «Todas las grandes ciudades españolas tienen mezquita, ¿por qué nosotros no?», se pregunta Mowafak Kanfach, presidente de la Federación Musulmana de Cataluña y director de la Casa del Libro Árabe.
El objetivo de Kanfach, desde que llegó proveniente de Siria hace más de treinta años, no es otro que el de poder tener una mezquita «en condiciones» en Barcelona. Ya lo intentaron los saudíes con la plaza de Las Arenas, pero las negociaciones fracasaron y hoy el antiguo coso es un centro comercial. «La intolerancia de las autoridades es insoportable. Amo Barcelona y he defendido esta tierra más que los propios catalanes, pero no me dejan integrarme», se quejó. Hace unos meses, harto de tener que rezar en locales que no cumplen los requisitos para ello, Kanfach envió una carta al emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, para que lo ayudara en su lucha por conseguir una mezquita en tierras catalanas. Con la carta adjuntó fotografías de las condiciones en las que tienen que rezar. La respuesta no se hizo esperar. El emir estuvo sopesando qué edificios libres de la Ciudad Condal podían servirle para su megaconstrucción, hasta que dio con La Monumental. Poco uso y unos propietarios con ganas de vender: negocio seguro.
Al Zani encargó a la sociedad empresarial alemana formada por KSP Engel, Zimmermann Architekten y Krebs und Kiefer International la maqueta de su proyecto faraónico. Esta sociedad también se ha encargado del proyecto de la mezquita de la Bahía de Argel (Argelia), que de no construirse la de Barcelona será la tercera más grande del mundo. Su presupuesto es menor que el de La Monumental, ya que ronda los 1.600 millones de euros. Según Kanfach, la propuesta qatarí se le hizo llegar tanto a la familia Balañá –propietaria del coso, así como de varios cines y teatros de la ciudad– como al Ayuntamiento de Barcelona. Aunque ambos han negado esta semana tener conocimiento alguno. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, lo desmintió en rueda de prensa, aunque confirmó la necesidad de tener un templo en la ciudad para la comunidad musulmana. Mientras, los Balañá hicieron lo propio en un corto comunicado. La realidad es que la oferta es apetecible para la familia Balañá, a quienes la Generalitat tan sólo les ha ofrecido una indemnización de 300.000 euros por no poder celebrar corridas.
Este periódico se puso en contacto con el consistorio, pero rehusaron hacer declaraciones para no contribuir a alimentar lo que para ellos es un bulo. Pero, ¿realmente ha habido algún acercamiento? «Tengo pruebas que lo confirman, tiempo al tiempo… Estamos cansados de que para patrocinar al Fútbol Club Barcelona si quieran nuestro dinero, pero cuando oyen hablar del islam ya se echan para atrás, porque dicen que es dinero sucio que proviene del terrorismo. Han llegado a decir que una mezquita en Barcelona sería un nido de radicales y no vamos a permitir que nos traten como terroristas», comentó molesto Kanfach.
Unos 2.200 millones de euros es la mareante cifra que el emir está dispuesto a destinar al proyecto. Los qataríes sueñan con un recinto de varios pisos, con capacidad para 40.000 personas, que incluiría un minarete de 300 metros de altura, un centro de estudios del Corán para 300 estudiantes, una sala de conferencias, un museo islámico, un centro de investigación sobre la historia de Al Ándalus, una sala de exposiciones, una biblioteca, una sala para la celebración de bodas, un restaurante y varios locales comerciales. «Además, queremos que en el exterior haya una pequeña iglesia y una sinagoga, porque creemos en la hermandad entre las distintas religiones», apuntó Kanfach. Todo un centro de peregrinación para el mundo islámico en Europa. Además, según Kanfach, su entrada será totalmente gratuita. El emir de Qatar quiere disfrutar de la mezquita en 2020. Así, en un momento complicado en lo que respecta al desempleo en nuestro país, ofrece 4.000 puestos de trabajo para la construcción de su proyecto faraónico. Además, «cuando la mezquita esté lista, emplearía a unas 300 personas», confirma Kanfach.
Sin embargo, esta megaconstrucción no es posible a menos que el Ayuntamiento barcelonés cambie su plan de urbanismo. En primer lugar, La Monumental está catalogada con el nivel «B» de protección, por lo que cualquier nuevo uso deberá respetar la fachada y la estructura central de la plaza, como se recoge en el Catálogo del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad, donde está calificada de «bien de interés local». Por otro lado, el minarete de 300 metros de altura tampoco es viable según el plan general actual. La torre más alta que se prevé tener en la ciudad es la de la Sagrada Familia (172 metros), cuando finalicen las obras. Y es que ésta ha sido tomada como referencia con el fin de no alterar el paisaje de la ciudad.
¿Por qué debe albergar un territorio no musulmán la tercera mezquita más grande del mundo? España se ha convertido en la tercera pata del islam y, la realidad, es que la expansión del fanatismo islámico preocupa a Interior, como ha manifestado esta misma semana el propio Jorge Fernández Díaz. «En España somos mayoría cristiana y no discriminamos a otras religiones. Por tanto, tienen el mismo derecho a tener un centro de culto que nosotros, pero esto no es recíproco», explica José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo. Además, Orella lo ejemplifica de esta manera: «Si el Vaticano decidiera construir una megaiglesia en un país musulmán, ¿nos dejarían? Por tanto, la idea de convertir La Monumental en una mezquita obedece a un acto de propaganda y no de libertad religiosa». Asimismo, el profesor de Historia Contemporánea apunta que «el mismo dinero con el que construirán esa mezquita los qataríes es el que emplean para proveer de armas a los radicales del Medio Oriente que matan a cristianos».
Todavía se está a la espera de la resolución del Tribunal Constitucional sobre la decisión del Parlamento de Cataluña de prohibir las corridas de toros, por la que el Partido Popular presentó un recurso de constitucionalidad hace más de tres años. El futuro de La Monumental parece incierto. Sólo la familia Balañá y el Ayuntamiento tienen la potestad para decidir si se deja finalmente de pedir la oreja en La Monumental para pedirle a Alá.
En busca del dinero de QatarEl Ayuntamiento de Barcelona aún no ha dado un paso al frente. Pero otro ayuntamiento de la provincia sí lo ha hecho. Mañana tendrá lugar una reunión entre representantes de la comunidad musulmana en Cataluña y el alcalde de una ciudad barcelonesa, de la que no ha trascendido el nombre, que se ha mostrado a favor de ceder un espacio para la ansiada mezquita, según fuentes consultadas por LA RAZÓN. De esta reunión saldrá una propuesta en firme rumbo a Qatar para que el emir tome una decisión. En concreto, el edil cedería 30.000 metros cuadrados de terreno a cambio de que construyan la mezquita en su ciudad. Los representantes de la comunidad musulmana con los que ha hablado este periódico ven con buenos ojos la oferta, puesto que no tienen preferencia por la ubicación siempre y cuando esté en un radio de 50 kilómetros del centro de la Ciudad Condal. Además, esto supondría una disminución del presupuesto, ya que con apenas 500 millones se podría llevar a cabo el proyecto. Asimismo, según ha podido saber este diario, el alcalde también ha pensado en hacer conexiones en transporte público de forma gratuita desde el centro de Barcelona hasta este lugar.
