Destacados profesionales locales analizan el aporte del genial urbanista catalán recientemente fallecido, proyectista del Parque de España
Publicado en La capital el 2 de diciembre de 2021 | Aníbal Fucaraccio (afucaraccio@lacapital.com.ar)
La muerte de Oriol Bohigas, ocurrida el martes pasado, caló muy profundo en la comunidad de los arquitectos rosarinos. Es que el legado de este genial urbanista catalán quedó impregnado como una huella indeleble en la memoria colectiva. Este gran profesional, maestro de arquitectos, fue el proyectista del Complejo Cultural Parque de España, una obra simbólica que cambió el paradigma de la ciudad y estableció nuevos principios rectores de intervención en el tramo ribereño.
Le enseñó a Rosario a superar traumas de crecimiento urbano y animarse a mirar de frente al río Paraná.
Desde ese escenario de valoración y reconocimientos, destacados arquitectos locales —que estuvieron cerca de él— definen la herencia cultural recibida en la ciudad.
Horacio Quiroga: “Yo dirigí la obra del Parque de España y uno de los aspectos más interesantes de esa obra de Bohigas fue que buscó los elementos más simbólicos, más representativos y más reiterativos que encontraba en la arquitectura existente, y los usaba para generar un vocabulario arquitectónico que se pudiera manejar y construir con facilidad en esos lugares”.
“Bohigas decía que esa obra iba a generar un efecto contagio hacia el norte, en la costa rosarina. Algo que, afortunadamente, sucedió. Se inauguró en 1992 y hacia el norte de la ciudad en esa época no había nada. Y él, con esa obra, le hizo comprender a la ciudad su mensaje de apertura y recuperación urbana. El utilizó la experiencia de Rosario, a escala urbana, para aplicarla también en la gran transformación urbana que atravesó Barcelona”.
“El venía a Rosario desde el año 1974 y siempre me interesó lo que hacía. Yo lo conocí muy bien. Era un apasionado, que la gustaba venir a Rosario y hablaba todo el tiempo de arquitectura”.
Augusto Pantarotto: “El gran legado de Bohigas, y de todo su estudio, fue el Parque de España. Ubicó el Colegio Español por debajo de la barranca y esa idea derivó en una gran obra que, junto con las escalinatas, cambió la geografía de Rosario, que es una ciudad de llanura, y esa intervención facilitó la comunicación entre la parte de abajo y la de arriba de la barranca.
“Yo a Bohigas lo conocía porque publicaba en una revista de Barcelona y siempre me interesaban las cosas que exhibía. Me acuerdo de que lo invité a Rosario la primera vez en el año 1974. Y después, cuando me consultaron desde el consulado español quién era un arquitecto indicado para esa obra, lo recomendé a él y a su estudio”.
“Él vino muchas veces a Rosario y paraba en mi casa. Yo fui también muchas veces a Barcelona, y siempre me recibían muy bien. Terminamos siendo amigos. Era un tipo macanudo, muy mundano. Le gustaba Rosario y sus medianeras lisas. El venía de una ciudad muy diferente y eso le llamaba la atención”.
Marcelo Wade: “Bohigas era una persona divertida, muy amena, alguien que se hacía querer y que le gustaba compartir con los estudiantes. Me acuerdo que, por cuestiones políticas, cuando venía a Rosario no podía dar clases en la facultad en el tiempo de los militares, por eso daba charlas en otros recintos. Pero en Rosario siempre hubo muchos arquitectos muy interesados en lo que él hacía”.
“En esos momentos le dijimos que cuando nos recibiéramos lo íbamos a visitar en Barcelona. El nunca nos creyó, pero cumplimos. Así que fuimos con Gustavo Barba y Agustín Van Bellingen y estuvimos trabajando en Barcelona con él, antes de los Juegos Olímpicos. Comenzamos haciendo un trabajo de investigación y una propuesta de remodelación sobre el casco histórico de Barcelona y la verdad que la experiencia fue realmente extraordinaria. Se hizo un libro y tuvimos el orgullo de que él nos escribió el prólogo que se llamaba «zurcir la ciudad». Lo que resumía sus ideas sanadoras y transformadoras”.
“Era un profesional muy preocupado por las ideas de ciudad y de urbanidad. Siempre estaba atento a todo, la implantación, la obra, y el paisaje. Era un profesional muy abierto, apuntando a una arquitectura muy inclusiva. Siempre atento a las cuestiones que otorgaba el lugar”.
Pitu Fernández: “Lo realizado por Bohigas fue de las transformaciones más importantes que vivió Rosario en los últimos 40 años. Me acuerdo de que el encargo del Parque de España fue en el año 1977 y, sin dudas, fue el pionero de una transformación que no se detuvo desde aquel momento. Y, más allá del valor que tiene la obra del Parque de España, ese zócalo urbano logró transformar la relación de la ciudad con el río, conectó los espacios públicos y trascendió la propia obra”.
“Hoy nosotros disfrutamos de esa zona de una manera muy intensa, muy dinámica, pero los que tienen mi edad valoran mucho más esta obra, porque no era normal poder acercarse y caminar por el borde la ciudad, al lado de ese paisaje único que ofrece el río. Antes era imposible encontrar una mirada franca al río”.
“El Parque de España más que una obra es una manera de hacer y entender la arquitectura”
“Considero el aporte de Bohigas muy importante. Él me contó en una entrevista que utilizó lo que realizó en Rosario para aplicarlo en la gran transformación urbana de Barcelona. El me confió que el de Rosario fue su primer ensayo importante a nivel urbano, y por eso esa obra representaba mucho para él. Así puso a esta ciudad en un lugar de notable consideración mundial”.
Gerardo Caballero: “Para Bohigas, el Parque de España representa como una tesis. Más que ser un plan de reordenamiento, le permitió hacer proyectos de arquitectura concretos para el espacio público. Esa obra, más que un edificio aislado es una idea urbana, a partir de un proyecto, que después sirvió para llevar adelante la transformación integral de la ciudad de Barcelona”.
“Más que un colegio, es una intervención que vincula muchos aspectos y relaciones urbanas, donde está presente la continuidad del espacio público. Es muy difícil definir donde comienza y donde termina el proyecto. Más que una obra es una manera de hacer y entender la arquitectura”.
“Sin dudas, el Parque de España representa la concreción de lo que se llamó modelo Barcelona, que luego implementó Bohigas en la misma Barcelona, cuando asumió como director de urbanismo. Y esta ciudad tiene el privilegio de tener una obra de él y su estudio. Vino mucho a Rosario y nos recibió en Barcelona, y siempre fue una persona con una gran predisposición con nosotros y con un enorme compromiso con la profesión”.