“La arquitectura tiene que dejar de ser un lujo para unos poco” | Entrevista de Ima Sanchís a Alastair Parvin

“La arquitectura tiene que dejar de ser un lujo para unos poco” | Entrevista de Ima Sanchís a Alastair Parvin

Tengo 30 años. Londinense. Ejerzo de arquitecto pero oficialmente no lo soy: me falta el examen de final de carrera, del que deliberadamente he prescindido.Tengo 30 años. Londinense. Ejerzo de arquitecto pero oficialmente no lo soy: me falta el examen de final de carrera, del que deliberadamente he prescindido. Formo parte del equipo de diseño Zero Zero, estudio multidisciplinar en distinto campos basados en el código abierto

Publicado el miércoles, 17 de septiembre de 2014 en la Contra de LA VANGUARDIA

 

Otra mentalidad

Este diseñador zero zero insiste en que sólo ha venido a representar en el Congreso de Diseño Abierto (diseño colaborativo y accesible a todo el mundo), organizado por el FAD, a un amplio equipo de jóvenes ingenieros, arquitectos y diseñadores de todo el mundo que trabajan en red. “¿Qué pasaría si los ciudadanos pudiésemos diseñar y construir nuestras propias casas sostenibles y con alta tecnología?”. Wikihouse lo está haciendo realidad. Parvin, habitual firma en numerosas revistas de arquitectura, es el principal autor de A right to build (derecho a construir): proyecto de investigación sobre la crisis de vivienda en el Reino Unido y el potencial de la filosofía wiki.

 

Entrevista

¿Wikihouse es el futuro?

Sin duda, porque es un sistema de construcción de código abierto que hace posible, a través de la construcción digital, que cualquiera pueda fabricarse su casa, absolutamente sostenible y con costes mínimo.

¿Y de qué vivirán los arquitectos?

Sólo el uno por ciento de la población puede pagar los servicios de un arquitecto; de hecho la gran mayoría de los hogares del mundo son autoconstruidos.

Aquí no levantamos ni un tabique sin la firma de un arquitecto.

El modelo de producción de arquitectura no sostenible es muy ineficiente. Funcionamos todavía con una idea victoriana: un arquitecto que desarrolla un proyecto.

A mí me parece bastante normal.

Es muy importante y paradójico: un delineante en el despacho del arquitecto y otro en el despacho del constructor redibujando las mismas cosas continuamente. No se comparte el conocimiento.

¿Proponen que la gente acceda a los planos de diferentes casas libremente?

Compartimos no sólo los planos, sino también la forma de producir basada en la fabricación digital, que implica disminuir mucho los costes de producción, el tiempo y el impacto medioambiental.

Suena bien.

Nosotros utilizamos máquinas de control numérico que permiten trabajar con madera a bajo coste y que se están instalando en todos los “fablabs”, laboratorios de fabricación que se están multiplicando por todos los países del mundo.

¿Te puedes fabricar tu vivienda unifamiliar de madera?

Sí, y la idea es ampliarlo a otros materiales cada vez más accesibles, como plásticos o residuos reciclados. Y es un proceso de mejora continua porque la gente se puede descargar el archivo libremente.

Y mejorarlo…

Sí, y volver a subirlo a la red. De alguna manera se está recuperando la arquitectura tradicional, que repetía los modelos copiándolos y mejorándolos.

Una casa de contrachapado, si viene el lobo y sopla, se va abajo…

Ja, ja, ja. Los países anglosajones están llenos de casas de madera y el contrachapado n o es más frágil. Estamos construyendo en Londres la primera casa de dos pisos con todos los certificados necesarios.

¿Hay más?

Hay catorce equipos construyendo casas en todo el mundo (Nueva Zelanda, Brasil, Holanda, Mongolia, Francia, España…)

¿Y tienen varios modelos de casas?

Estamos en los inicios, centrados en crear un sistema de construcción y experimentando el poder en red: un miércoles por la noche alguien tiene un nuevo reto, envía el archivo a su red de colaboradores, al día siguiente se imprime y recorta y, el sábado, ya está construyendo; y nadie paga a nadie.

¿Un laboratorio mundial?

Sí. El reto es construir una casa familiar con todos los estándares y adaptable a todo el mundo de acuerdo con el clima y la forma de vida. La arquitectura tiene que dejar de ser esa cosa selecta para unos pocos.

¿Cree que los gobiernos permitirán la expansión de este tipo de construcción?

De momento lo desarrollamos para que pase las normativas en determinados países, pero qué duda cabe de que en un futuro próximo las ciudades van a ser más informales y construidas por los ciudadanos, así que los gobiernos van a preferir regularlo.

¿Algún ejemplo?

En Welligton, Nueva Zelanda, el Gobierno tiene una Wikihouse dentro de sus regulaciones legales porque ha entendido que regular un prototipo que está bien resuelto es ofrecer soluciones de vivienda.

A menudo prefieren prohibir.

Nosotros queremos transmitir una idea esencial: en el siglo XX la tecnología consiguió democratizar la capacidad de consumir, lo que conseguimos con Wikihouse y todos los proyectos abierto (open shorts) es democratizar la capacidad de producir.

Pero con sentido común…

Por supuesto. Ahora los gobiernos construyen sin respetar el medio ambiente. El urbanismo se hace desde los gobernantes hacia los ciudadanos y no a la inversa.

Aquí regulan hasta las sillas de los bares.

Constriñen al ciudadano, debería haber unas normas amplias y libertad total para moverte en ellas. Si queremos abordar el cambio climático, necesitamos que toda la gente utilice tecnologías avanzadas.

Los gobiernos no están por esta labor.

Mediante la democratización de la tecnología se puede difundir estas tecnologías sostenibles de una forma eficiente. En India o China hay miles de personas que accederán al aire acondicionado en breve.

Cierto.

Pues ha de ser de consumo solar, y ya hay equipos trabajando en ello que van a compartir ese conocimiento sin coste, esta es la filosofía wiki.

 

Foto portada de Jordi Roviralta Formo parte del equipo de diseño Zero Zero, estudio multidisciplinar en distinto campos basados en el código abierto

Publicado el miércoles, 17 de septiembre de 2014 en la Contra de LA VANGUARDIA

 

Otra mentalidad

Este diseñador zero zero insiste en que sólo ha venido a representar en el Congreso de Diseño Abierto (diseño colaborativo y accesible a todo el mundo), organizado por el FAD, a un amplio equipo de jóvenes ingenieros, arquitectos y diseñadores de todo el mundo que trabajan en red. “¿Qué pasaría si los ciudadanos pudiésemos diseñar y construir nuestras propias casas sostenibles y con alta tecnología?”. Wikihouse lo está haciendo realidad. Parvin, habitual firma en numerosas revistas de arquitectura, es el principal autor de A right to build (derecho a construir): proyecto de investigación sobre la crisis de vivienda en el Reino Unido y el potencial de la filosofía wiki.

 

Entrevista

¿Wikihouse es el futuro?

Sin duda, porque es un sistema de construcción de código abierto que hace posible, a través de la construcción digital, que cualquiera pueda fabricarse su casa, absolutamente sostenible y con costes mínimo.

¿Y de qué vivirán los arquitectos?

Sólo el uno por ciento de la población puede pagar los servicios de un arquitecto; de hecho la gran mayoría de los hogares del mundo son autoconstruidos.

Aquí no levantamos ni un tabique sin la firma de un arquitecto.

El modelo de producción de arquitectura no sostenible es muy ineficiente. Funcionamos todavía con una idea victoriana: un arquitecto que desarrolla un proyecto.

A mí me parece bastante normal.

Es muy importante y paradójico: un delineante en el despacho del arquitecto y otro en el despacho del constructor redibujando las mismas cosas continuamente. No se comparte el conocimiento.

¿Proponen que la gente acceda a los planos de diferentes casas libremente?

Compartimos no sólo los planos, sino también la forma de producir basada en la fabricación digital, que implica disminuir mucho los costes de producción, el tiempo y el impacto medioambiental.

Suena bien.

Nosotros utilizamos máquinas de control numérico que permiten trabajar con madera a bajo coste y que se están instalando en todos los “fablabs”, laboratorios de fabricación que se están multiplicando por todos los países del mundo.

¿Te puedes fabricar tu vivienda unifamiliar de madera?

Sí, y la idea es ampliarlo a otros materiales cada vez más accesibles, como plásticos o residuos reciclados. Y es un proceso de mejora continua porque la gente se puede descargar el archivo libremente.

Y mejorarlo…

Sí, y volver a subirlo a la red. De alguna manera se está recuperando la arquitectura tradicional, que repetía los modelos copiándolos y mejorándolos.

Una casa de contrachapado, si viene el lobo y sopla, se va abajo…

Ja, ja, ja. Los países anglosajones están llenos de casas de madera y el contrachapado n o es más frágil. Estamos construyendo en Londres la primera casa de dos pisos con todos los certificados necesarios.

¿Hay más?

Hay catorce equipos construyendo casas en todo el mundo (Nueva Zelanda, Brasil, Holanda, Mongolia, Francia, España…)

¿Y tienen varios modelos de casas?

Estamos en los inicios, centrados en crear un sistema de construcción y experimentando el poder en red: un miércoles por la noche alguien tiene un nuevo reto, envía el archivo a su red de colaboradores, al día siguiente se imprime y recorta y, el sábado, ya está construyendo; y nadie paga a nadie.

¿Un laboratorio mundial?

Sí. El reto es construir una casa familiar con todos los estándares y adaptable a todo el mundo de acuerdo con el clima y la forma de vida. La arquitectura tiene que dejar de ser esa cosa selecta para unos pocos.

¿Cree que los gobiernos permitirán la expansión de este tipo de construcción?

De momento lo desarrollamos para que pase las normativas en determinados países, pero qué duda cabe de que en un futuro próximo las ciudades van a ser más informales y construidas por los ciudadanos, así que los gobiernos van a preferir regularlo.

¿Algún ejemplo?

En Welligton, Nueva Zelanda, el Gobierno tiene una Wikihouse dentro de sus regulaciones legales porque ha entendido que regular un prototipo que está bien resuelto es ofrecer soluciones de vivienda.

A menudo prefieren prohibir.

Nosotros queremos transmitir una idea esencial: en el siglo XX la tecnología consiguió democratizar la capacidad de consumir, lo que conseguimos con Wikihouse y todos los proyectos abierto (open shorts) es democratizar la capacidad de producir.

Pero con sentido común…

Por supuesto. Ahora los gobiernos construyen sin respetar el medio ambiente. El urbanismo se hace desde los gobernantes hacia los ciudadanos y no a la inversa.

Aquí regulan hasta las sillas de los bares.

Constriñen al ciudadano, debería haber unas normas amplias y libertad total para moverte en ellas. Si queremos abordar el cambio climático, necesitamos que toda la gente utilice tecnologías avanzadas.

Los gobiernos no están por esta labor.

Mediante la democratización de la tecnología se puede difundir estas tecnologías sostenibles de una forma eficiente. En India o China hay miles de personas que accederán al aire acondicionado en breve.

Cierto.

Pues ha de ser de consumo solar, y ya hay equipos trabajando en ello que van a compartir ese conocimiento sin coste, esta es la filosofía wiki.

 

Foto portada de Jordi Roviralta