CENTRO CULTURAL CAIXAFORUM-SEVILLA
2015 – 2017
El Centro Cultural Caixaforum/Sevilla representa la capacidad de revolverse contra la dificultad, contra las limitaciones. Se ha construido en un espacio destinado en su mayor parte a aparcamiento subterráneo, donde ya existía, por tanto, un potente esqueleto estructural de hormigón.
El proyecto intenta resolver dos cuestiones siempre importantes en intervenciones sobre estructuras existentes: la estrategia de ocupación y la necesidad de visibilidad, al tratarse de un edificio enterrado. A la primera cuestión responde ubicando una serie de recintos relativamente autónomos buscando la convivencia y coexistencia pacífica: dos salas de exposiciones, un auditorio, talleres culturales, a los que se añade la administración y una cafetería, que se acomodan a los espacios disponibles, pero sin someterse a la estructura existente. Para resolver el tema de la visibilidad se propone la construcción de una marquesina exterior que cubrirá los sistemas de accesos y permitirá el flujo de visitantes: un espacio público, una pequeña plaza cubierta.
El proyecto plantea la superposición de dos mundos: un mundo interior, excavado, que se resuelve con una arquitectura cartesiana, ortogonal, una arquitectura para siempre, de la permanencia y un mundo exterior representado por la marquesina, que responde a las contingencias, a las limitaciones, a los vínculos y constricciones. Una arquitectura que da respuesta a la voluntad de una época y a la sensibilidad contemporánea. Ambos mundos se conectan por un canal de luz natural. La marquesina se caracteriza formalmente por los recortes curvilíneos, resultado de la interacción con los arboles existentes, en un deseo de lograr una intensa relación entre arquitectura y naturaleza. Y no solo cubre y protege los accesos, sino que se convierte en un contenedor de luz natural, que captura y orienta hacia el vestíbulo subterráneo a través de un gran lucernario. Un lucernario que atrapa la luz y la filtra a través de una porosa envolvente de espuma de aluminio, transfigurando los rayos solares en vibraciones sobre el pavimento. La luz se convierte así en materia.
Autor: Guillermo Vázquez Consuegra, arquitecto (proyecto y dirección de obra)
Arquitecto Técnico:Marcos Vázquez Consuegra (proyecto y dirección de obra) Ignacio González (dirección de obra)
Colaboradores: Juan José Baena (coordinador), Eduardo Melero, Alberto Brunello, Martina Pozzi, Álvaro Luna, Patricia Fraile (mobiliario)
Fotos: Duccio Malagamba y Jesús Granada