NOU TANATORI DE SANCHO DE ÀVILA
2018
El proyecto alberga el Nuevo Tanatorio de Sancho de Ávila en Barcelona. Ubicado en la misma manzana que el actual edificio con el mismo nombre. El Tanatorio de Sancho de Ávila abrió sus puertas en 1968 siendo en su día el primero en introducir en España el concepto de velatorio fuera del domicilio familiar, y marcando un cambio en el modo de velar a los difuntos. 50 años después el reto era diseñar un edificio que se convierta en un nuevo modelo de tanatorio adaptado a las necesidades de presente y futuro del sector, para convertirse en un referente en la ciudad.
Enmarcados en un emplazamiento con unos condicionantes particulares, donde los sótanos existentes se deben conservar, la presencia de las vías del tren que cruzan el solar en el sentido transversal y van cubiertos por una losa de protección que sobre eleva la cota de uso y la presencia de un aparcamiento público bajo rasante, en el frente de la calle Zamora, que da servicio al nuevo edificio, por ello la concepción del proyecto del Nuevo Tanatorio parte de un estudio de detalle para realizar la obra nueva adaptándose a todas las preexistencias.
Se plantea una intervención con dos volúmenes que albergan los usos diferenciados del mismo complejo y se articulan en base a la trama urbana y la creación de una plaza interior que se convierte en el eje principal del proyecto.
Este espacio público generado en el interior de la parcela, absorbe los dos volúmenes, los relaciona y genera un programa que va más allá del uso interior. Se trata de un nuevo parque urbano que integra las edificaciones, gestiona los flujos y enmarca el conjunto en el entorno urbano. La nueva plaza interior del Tanatorio se encuentra levantada 1,50 metros de la cota de calle debido a las preexistencias y aprovechando esta morfología, se plantea un elemento unificador que funciona como un podio estereotómico, que eleva el nuevo edificio, generando la privacidad necesaria y asentando la nueva volumetría en un nuevo horizonte. Con una superficie de más de 1.100 m², se diseña desde la premisa principal de un edificio de esta tipología, creando espacios de recogida y descanso formalizados con grandes jardineras de plantación autóctona y zonas de bancadas. Estas jardineras, de geometría variable son los elementos principales para generar las diferentes zonas de paso de los usuarios y visitantes evitando en todo momento mezclar los recorridos de acceso y salida, así como generando, gracias a la vegetación, una barrera visual para dar privacidad los espacios de reunión.
Cada uno de los edificios se plantea como un juego de volúmenes que mantiene una línea compositiva común pero se diferencian en cuanto a materialización: el edificio Tanatorio potencia la horizontalidad de sus elementos y se cierra a la calle, dotando de la privacidad que requiere su uso y abriéndose plenamente al espacio público del complejo en un ejercicio de reclusión y privacidad. El edificio de Servicios por su parte es mucho más permeable y se abre a la calle, al barrio, a la ciudad… en un ejercicio de transparencia y reclamo. Se envuelve este edificio con una segunda piel que aporta una mejora a nivel climático debido a la exposición solar de los vanos y un control visual entre edificios en el frente interior de la plaza. Para remarcar aún más la diferenciación de usos se trabaja a nivel compositivo una elección de color para cada fachada, en ambos casos se trata de una fachada ventilada de gran formato siguiendo un despiece a medida del diseño de las aberturas de los edificios, en el caso del edificio Tanatorio se trabaja en un tono claro, casi blanco, con el cual se consigue una ligereza visual mayor en los grandes planos sin aberturas, el edificio Servicios, con una fachada mucho más permeable se elige un tono más oscuro, gris, contrastando así con la estructura de la segunda piel.
Ambos edificios se unen entre sí mediante una pasarela en el límite de la parcela, de construcción ligera mediante estructura metálica y vidrio, en planta primera generando un paso privado para dar los servicios necesarios a las salas de velatorio.
A nivel de programa funcional, el edificio Tanatorio contiene todos los usos propios de la actividad, reservando los sótanos a los espacios privados, la planta baja de gestión y espacios de la última despedida, organizados en un oratorio con capacidad para 150 personas y dos más, con capacidad para 250 personas cada uno, con la posibilidad de unirlos mediante una divisoria de tabique móvil elevable, generando así un único espacio de despedida para más de 500 personas. En los oratorios, a pesar de la altura libre disponible por planeamiento, se han diseñado para obtener la máxima iluminación natural, los dos oratorios de mayor tamaño a través de la plaza jardín y el de menor capacidad directamente de la Calle Almogávares, con una protección visual de lamas verticales del mismo material que la fachada. A nivel de materialización se han trabajado como el resto del edificio, con una elección de materiales básica y en la misma línea que el resto de espacios, los techos de madera, con lamas en posición horizontal o vertical dependiendo del oratorio, acabados en blanco para potenciar la iluminación y un pavimento de gran formato, con piezas de 1.20m x 2.40m en color gris para enmarcar la zona de asientos.
En las planta superiores se distribuyen entorno a unos amplios y luminosos espacios de familias las salas de vela, 20 en total, con un diseño y materialización diferenciada entre ellas: 14 salas estándar en planta primera con una superficie aproximada de 60 m² y en la segunda planta 4 salas superiores, de mayor tamaño con aproximadamente 80 m² y dos patios interiores y las 2 salas etiquetadas como vip con más de 100 m² y unos acabados y mobiliario diferenciados. En todas las salas se ha realizado en ejercicio de diseño muy estudiado para dotar a cada una de las salas de luz natural mediante patios interiores con vegetación. Las salas estándar de la planta primera, así como las zonas comunes de esa planta se han trabajado siguiendo la línea del Libro de Estilo de la empresa, adaptando éste a las nuevas tipologías de salas, más modernas y espaciosas. En la planta segunda, en el diseño de las salas superiores y vip así como los espacios comunes, se decidió alejarse de los estándares marcados por el Libro de Estilo en cuanto a acabados y materialización, consiguiendo una diferenciación importante respecto a la planta primera.
Las dos plantas piso a través del juego de volúmenes, generan espacios exteriores que se convierten en una prolongación de la plaza exterior y admiten a los usuarios la relación directa con la misma. En planta primera una terraza ajardinada cubierta de uso principal para los visitantes de las salas estándar mientras que en la planta segunda la terraza, dividida en dos espacios diferenciados mediante jardinería, está destinada a los visitantes de las salas superiores y vip, éstas últimas con mobiliario tipo pérgola para la protección solar. En ambas terrazas se ha realizado un gran trabajo de paisajismo para mantener la línea de edificio verde que se inicia con la gran plaza principal.
En el edificio de Servicios por su parte contiene las oficinas de contratación y los servicios de restauración. Se sitúa en planta baja, a nivel de la plaza-jardín, la zona de bar-cafetería se comunica mediante un doble espacio interior con la planta primera destinada en su totalidad a restaurante, esta planta primera de restaurante también goza de una gran terraza exterior orientada a la Calle Zamora. En planta segunda se sitúan las diferentes oficinas de contratación y gestión del centro. En esta planta se han diseñado los espacios de trabajo y de atención al cliente con mamparas de línea moderna en color blanco que contrastan con el mobiliario fijo con acabado de madera. La zona de trabajo interno también dispone de salida hacia una terraza exterior.
La materialización de los acabados exteriores e interiores se basa en la simplicidad de los materiales nobles: hormigón visto, madera, cerámica y vidrio. Cada uno de estos materiales se ajusta en el plano utilizado y la forma justa en base al orden jerárquico de los espacios. De este modo se consigue un conjunto edificatorio serie y de líneas modernas, con grandes planos verticales que siguen una misma idea de acabados.
A nivel constructivo, la complejidad estructural para resolver las prexistencias de unas plantas sótanos construidas en los años 60 con estructura de hormigón y la dificultad de la losa que cubre la sección del tren, se resolvió mediante una nueva construcción con estructura metálica en su totalidad. Una estructura compleja que no solo tenía que absorber los grandes voladizos, de más de 15 metros en el caso más desfavorable, que se planteaban en el diseño del edificio para evitar realizar cualquier apoyo estructural encima de la losa sino que tenía que relacionar la estructura existente de hormigón, con una distribución de pilares impracticable para la nueva distribución, con la nueva obra sobre rasante. Para resolver los voladizos se ejecutaron en los ejes de las salas estándar un diseñó de estructura tipo cercha con triangulación entre pilares.
Autores: JFA – Estudio de Arquitectura: Jordi Frontons | Xavi Durán | Pau Frontons
Arquitecto Técnico: Didac Freixa
Fotógrafo: Adrià Goula